El nuevo Contrato de Petróleo de Irán (CPI), que se ha revelado ante el mundo, es un instrumento legal diseñado y presentado oficialmente como el arma de seducción definitiva para atraer al país multimillonarias inversiones en un sector ya de por sí codiciado por los grandes actores mundiales.
En un evento que se prolongará durante dos días y que tendrá en febrero una presentación similar en Londres, las autoridades iraníes lanzaron el CPI ante un "ansioso y expectante" auditorio compuesto por cerca de un millar de representantes de 152 compañías internacionales de petróleo procedentes de 45 países.
A falta de los detalles técnicos del CPI, que se explicarán en reuniones específicas a lo largo del congreso, la mayor novedad es la posibilidad que ofrecen a los inversores extranjeros de establecer sociedades conjuntas con empresas iraníes para explotar campos de petróleo.
Así, los inversores tendrán mayor flexibilidad a la hora de recibir el pago por su inversión, más adecuada a los vaivenes del mercado.
Además, el contrato incluye "cláusulas gatillo" en caso de el precio del crudo supere o caiga por debajo de una cifra determinada para repartir riesgos y beneficios entre las partes.
El CPI también impulsará el pago en función de su productividad.
Fuentes empresariales consultadas por Efe consideraron condiciones como "muy buenas" y "mucho mejores" que las que ofrecían los antiguos contratos iraníes, basados en el pago de un canon fijo por cada explotación petrolera, si bien consideraron que con el precio del petróleo tan bajo en la actualidad, "pocos mercados pueden resultar atractivos".
Otro de los aspectos destacados del CPI será la exigencia de que los proyectos que se desarrollen tendrán que contar "con las últimas tecnologías", deberán tener entre un 80 y un 99% de la mano de obra y cargos de gerencia de nacionalidad iraní y deberán hacer hincapié en la formación de personal y "en la transferencia tecnológica".
Según explicó el ministro de Petróleo iraní Bijan Zangané ante los delegados, la idea tras este CPI es que suponga una situación de "ganar-ganar" para todos los implicados, y que para Irán eso implica que el petróleo sea "conductor del crecimiento económico futuro" y no solo "la herramienta con la que cubrir el presupuesto".
En declaraciones a Efe, el director de Asuntos Legales de la Compañía Nacional de Petróleo de Irán (CNPI), Alí Akbar Mahrojzad, consideró que el CPI "es una buena oportunidad para los inversores, especialmente en esta época del fin de las sanciones".
"Hemos revisado seriamente los contratos de petróleo de todo el mundo en las últimas dos décadas y los contratos "buy-back" que eran problemático. Con esto esperamos obtener buenos contratos para nuestros proyectos, especialmente para nuestros proyectos de producción, como en los yacimientos de South Pars", añadió.
Junto a la explicación técnica del CPI, la conferencia sirvió además para vender directamente a los inversores las otras bondades de la industria petrolera iraní, así como para presentar directamente los 52 campos de hidrocarburos y los 18 bloques de exploración que están especialmente interesados en desarrollar.
Estos proyectos requieren unos 30.000 millones de dólares para llevarse adelante, según cálculos realizados por el propio ministro Zangané antes de la reunión, dinero que Irán espera que salga de inversores extranjeros.
Los oradores no dejaron de resaltar que Irán es el país "con mayor seguridad jurídica" de todo Oriente Medio y que posee las cuartas mayores reservas de crudo del mundo y las primeras en gas natural.
Además, insistieron en que los yacimientos iraníes son los más baratos del mundo para explotar y que la educación y formación de la población del país permite contar con mano de obra especializada sin problemas.
Entre los asistentes, entre los que había representantes de Shell, BP, Total, ENI, Repsol, Cepsa y Lukoil, entre otras muchas, el interés por el petróleo iraní fue patente, si bien también se notó cierta cautela ante la situación todavía poco clara de la eliminación de las sanciones sobre Irán.
Como explicó a Efe el delegado de una petrolera de la India, la notable ausencia de empresas de EE.UU en la reunión "hace pensar que las sanciones aún pueden suponer un problema" para invertir en Irán.
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