La empresa ESB ha puesto punto final a la generación eléctrica con carbón en Irlanda. Ha conseguido adelantar la fecha prevista y hace que la isla sea el sexto país europeo en abandonar esta tecnología.
La central eléctrica de Moneypoint ya no quemará más carbón, pero seguirá operativa durante unos años para dar respaldo en caso de ser necesario.
Así, ESB y EirGrid firmaron un acuerdo para mantener Moneypoint disponible (para generar energía con fuel oil) desde 2025 hasta 2029 y solo estará obligado a operar cuando el sistema eléctrico tenga escasez de capacidad de generación y bajo instrucciones de EirGrid.
La generación de petróleo es menos intensiva en carbono que la generación de carbón y se espera que la central tenga un funcionamiento significativamente menor durante este período de cuatro años.
40 años suministrando energía
De esta manera Moneypoint pone fin a 40 años de quema diaria de carbón en sus instalaciones. Es una de las centrales de generación de energía más grandes de Irlanda y se desarrolló en la década de 1980 para mitigar la crisis del petróleo de entonces.
"El papel que Moneypoint ha desempeñado para proporcionar a Irlanda un suministro eléctrico fiable durante más de cuatro décadas es invaluable. Hoy, comienza el siguiente paso en la trayectoria de la central, con la transición del carbón al petróleo. Este es un paso significativo no solo para ESB, sino también para el país en su conjunto, ya que Irlanda avanza hacia la transición a la energía limpia, sustentada por un sistema eléctrico seguro", dijo el Ministro de Clima, Energía y Medio Ambiente, Darragh O'Brien.
Por su parte, Paddy Hayes, director ejecutivo de ESB, afirma que "marcar el fin de la generación de carbón en Moneypoint es un hito importante en el progreso de ESB hacia el cero neto. Es un paso significativo en la transformación de Moneypoint en un centro de energía renovable, que impulsa un futuro con bajas emisiones de carbono y, al mismo tiempo, continúa apoyando la seguridad energética. Moneypoint, los equipos que trabajan aquí y las comunidades de West Clare han sido fundamentales para impulsar el sistema eléctrico de Irlanda durante casi 40 años, y quiero agradecer a todos los que han contribuido a ello. En ESB, esperamos seguir trabajando juntos, comprometidos con la creación de un futuro de energía limpia para todos".
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