Si uno va de paseo por Munich, llama la atención que la mayoría de los taxis que circulan por sus calles son Mercedes. Principalmente de la Clase E. Un mercado privado para los alemanes que ahora acaba de sufrir un primer ataque por parte del nuevo Jaguar i-Pace, que se ha colado en el terreno de juego de los germanos.
“Comienza un nuevo capítulo en la historia de la industria del taxi alemán”, ha dicho en tono triunfalista Jaguar a través de un comunicado. Jaguar Land Rover ha hecho entrega de 10 unidades del SUV eléctrico I-PACE al centro de taxis de Múnich, y es probable que la oferta se dirija a otras flotas de taxis de la ciudad.
Los nuevos taxis estarán disponibles para su reserva a partir de agosto, previa sesión de entrenamiento de los conductores. Hay que recordar que el eléctrico dispone del sistema de frenada regenerativa que cuenta con dos niveles de intensidad, ‘High” y ‘Low’. En el primero, uno se olvida del pedal de freno, por lo que hay que acostumbrarse a conducir con un solo pedal.
Mientras cinco unidades estén recargando sus baterías, otras cinco estarán en circulación durante las 24 horas del día, y tendrán un radio de ‘prueba’ de 480 km. Todo esto se engloba dentro del proyecto ‘eTaxi’ impulsado por la capital del Estado. De hecho, según explica Autonews, los viajes serán más baratos con un subsidio de 20 céntimos por kilómetro.
El I-PACE declara 480 km de autonomía en ciclo WLTP y equipa una batería de ion-litio de 90 kWh. El fabricante ha prometido además que en una estación de carga rápida de 100 kW con corriente continua, la batería se llena hasta un 80% en 40 minutos. El precio de partida es de 77.850 euros.
Un pedido pequeño para Jaguar, sobre todo si se compara las 200 unidades adquiridas por el aeropuerto londinense de Heathrow, pero con mucho simbolismo por tratarse de un territorio hasta ahora dominado por los modelos diésel de Mercedes.