El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha apostado por la tecnología para compatibilizar la demanda de energía con la sostenibilidad del plantea y ha advertido de que las energías renovables deben ser incorporadas a medida que “cumplen estándares de competitividad”.
Imaz ha sido el invitado en el IV Foro Empresarial Gipuzkoa que ha reunido a una amplia representación del mundo empresarial y político vasco entre los que figuraban la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, el presidente de la patronal guipuzcoana Adegi, Pello Guibelalde, el Delegado del Gobierno en el País Vasco, Javier de Andrés, y el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano entre otros.
Imaz ha señalado que “todo apunta” a que en 2040 se necesitarán “todas” las energías, aunque ha reconocido que “cada una tiene sus taras”.
Las de las fuentes fósiles son las emisiones de CO2 y en el caso de las renovables, constituyen “una parte muy positiva de la cesta y son las que mas van a crecen”, pero tienen deficiencias como la dificultad de almacenaje.
En este sentido, ha advertido de que “las decisiones que se tomen hoy en esta materia”, cuyas “grandes líneas provienen de la política europea”, están condicionando “los precios” y la “competitividad” de los próximos 20 años”.
Preguntado por la energía nuclear, Imaz ha eludido “el debate local” sobre la continuidad de las centrales y ha señalado que vaticina nuevas inversiones por una “cuestión económica”, ya que no se espera que en Europa suba la demanda de energía.
La energía nuclear “en los emplazamientos actuales” y las que “tengan las evaluaciones tecnológicas adecuadas seguirán siendo parte de la ecuación, pero no va a ser fácil que en Occidente haya grupos” interesados en invertir en este sector, ha agregado.
El que fuera portavoz del Gobierno Vasco entre 1998 y 2003 y presidente del PNV entre 2003 y 2007, ha iniciado su alocución con una fotografía de la sociedad mundial futura que será, ha asegurado, “más vieja”, “más urbana”, en la que el 50% del PIB mundial se situará en Asia y en la que Europa será “menos relevante”.
Además la velocidad de los avances tecnológicos es cada vez mayor y la conciencia medioambiental de la ciudadanía irá en incremento al igual que la importancia de la “economía colaborativa”, ha afirmado.
En este marco, los ganadores serán aquellas empresas que sean “ágiles, con liderazgos claros”, con costes bajos, “capaces de atraer talento y que sean capaces de mirar hacia fuera”, ha indicado.
En 2040 se prevé la existencia de 3.200 millones de personas que pertenecerán a las clases medias en China o La India, por lo que habrá “años de crecimiento de la demanda de energía” que debe “ser compatible con un planeta sostenible en el que no se pueden incrementar las emisiones de CO2”.
Sin embargo, en Europa la demanda “va a bajar” por lo que Imaz ha hecho un llamamiento a “recapacitar” sobre todas “las nuevas instalaciones de nueva potencia de la naturaleza que sean, renovables o no renovables”, porque significan “más coste para los consumidores y menor competitividad para las empresas”.
Imaz ha reconocido que en la emisión de CO2 las compañías energéticas “son parte del problema”, pero ha insistido “en que quieren ser parte de la solución”
Por ello ha subrayado que es necesaria una “energía competitiva para que los consumidores paguen un coste razonable” al igual que las empresas.
Ha advertido de que “si en Europa se sigue marcando una políticas absolutamente ajenas a las consecuencias” que esta circunstancia tiene en el coste energético “tendrá un problema de competitividad”.
Por ello ha pedido “coherencia en las políticas”. “Promoción de la sosteniblidad sí, promoción de la reducción de CO sí rotundo”, pero “con unas reglas de juego claras en las cuales las empresas y las administraciones juguemos bajo los mismos parámetros de eficiencia”, ha reclamado.