A pesar de disfrutar del dominio casi total del mercado eléctrico francés, que todavía depende en gran medida de la energía nuclear, EDF ha visto cómo sus ingresos en 2017 cayeron a 69.600 millones de euros, por debajo de los 71.200 millones de euros ingresados en 2016. Aunque esta contracción es sólo del 2,2%, denota cómo los desafíos estructurales en los sectores energéticos tradicionales de la empresa están teniendo un impacto.
Las ventas de activos impulsaron las ganancias del grupo francés EDF un 11,3% el año pasado, compensando la caída en los ingresos causada por una disminución de la producción de energía nuclear e hidroeléctrica en su mercado interno y lo que la compañía describió como "condiciones de precios desfavorables en casi todas las áreas geográficas donde el grupo está activo ".
El proveedor de electricidad dominante de Francia se ha enfrentado a una mayor competencia por la creciente presión del gobierno para aumentar el uso de energía renovable ya que el país se halla inmerso en un plan que trata de reducir su dependencia de la energía nuclear, durante mucho tiempo el pilar de la política energética nacional.
EDF todavía controla al 85,5% de los clientes residenciales de Francia. Eso representó una pérdida neta de alrededor de un millón de clientes, con el grupo tratando de dar un giro positivo en medio de una competencia cada día más feroz tanto en Francia como en el Reino Unido, Bélgica e Italia, a pesar de lo cual sus responsables consideran que están "resistiendo bien".
EDF ha respondido al desafío con el anuncio de que construirá plantas solares en Francia en el marco de su plan para desplegar 30 gigavatios de capacidad entre 2020 y 2035, un volumen cuatro veces mayor que la actual capacidad de energía fotovoltaica del país. Su consejero delegado y presidente de la compañía, Jean-Bernard Levy, anunció recientemente que EDF invertirá cerca de 25.000 millones de euros en este proyecto.
El plan de energía solar "es una ilustración concreta de los objetivos marcados en la estrategia del grupo para 2030, que se inició en 2015 y que pretende duplicar la capacidad de energía renovable instalada del grupo", indicó Levy.
Esta transición siempre va a afectar las ganancias y los ingresos, dijo la compañía, pero el presidente y director ejecutivo de EDF, Jean-Bernard Levy, dijo que espera un rebote en 2018 no por un repunte en la energía nuclear, que se espera que disminuya aún más, sino a través de ahorros de costes inyectados para compensar la disminución anticipada de los ingresos.
"Estamos comenzando una aceleración sin precedentes en energías renovables con el lanzamiento del Plan Solar de EDF, al tiempo que estamos fortaleciendo nuestras iniciativas comerciales", dijo Levy. "Apoyada en nuestro personal dedicado a trabajar al servicio de la transición energética y por una industria nuclear recientemente reorganizada, EDF ahora disfruta de una base sólida para lograr el rebote esperado en 2018".
EDF Energies Nouvelles, la división de energías renovables del grupo, alcanzó una producción de energía limpia de 12,6 TWh en 2017, lo que representa un aumento del 11% respecto al año anterior.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios