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La energía será la gran protagonista en 2015

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La energía es, sin duda, uno de los grandes temas de la actualidad económica y política mundial, y no solo por la crisis de los precios del petróleo que mantiene en vilo a Rusia, a los países que integran la OPEP y a más de un productor estadounidense de hidrocarburos no convencionales. Sin duda, este seguirá siendo uno de los ejes informativos de la actualidad energética a lo largo de este año, pero también hay otros tres grandes frentes de gran trascendencia que acapararán la atención mundial: la Unión Energética Europea, la cumbre del clima de París y el declive económico de Rusia.

Interconexiones y Unión Energética

El año 2015, según  Gonzalo Escribano, director del Programa de Energía del Real Instituto Elcano, se plantea como un período crucial para la política energética europea. “La Unión Europea debe afrontar el reto de desarrollar el paquete 2030 aprobado en 2014, diseñar una Unión de la Energía creíble y plasmar el plan Juncker en inversiones en el sector. Ambos vectores exigirán toda la atención de la Comisión y de los Estados miembros”. En el caso español, el Gobierno deberá centrarse en proponer proyectos sólidos y bien argumentados y aprovechar la oportunidad a favor de las interconexiones creada por la crisis con Rusia, porque “sin interconexiones no puede haber competitividad ni seguridad energética”, asegura Escribano. Y es que la única forma de alterar las expectativas y dar credibilidad a la Unión de la Energía es que la Comisión haga un anticipo inmediato para acometer las inversiones necesarias en interconectores.

A lo largo de 2015 deberá detallarse también el Paquete Energía y Clima 2030 acordado el año pasado. Es cierto que, en renovables y eficiencia, se podría haber sido más ambicioso; y desde luego también en interconexiones, que son un  requisito previo e imprescindible para las renovables y, por tanto, para la descarbonización. Pero la UE se ha mostrado dispuesta a elevar sus objetivos si la próxima cumbre sobre el clima de París se saldase con compromisos equiparables por parte de otros grandes emisores.

Hacia París 2015

Los resultados de 2014 en materia de lucha contra el cambio climático fueron positivos, aunque algo decepcionantes. La Cumbre sobre el Clima de Naciones Unidas de septiembre había mantenido las expectativas con mucho compromiso político pero con contribuciones en reducciones y financiación climática mucho más modestas. El acuerdo bilateral entre EEUU y China fue considerado como un paso político de primer orden en la diplomacia climática, sin embargo, el impulso bilateral mostró un recorrido limitado con los magros resultados del COP 20 de Lima, reunión preparatoria de la cumbre climática de París.

El COP 20 se saldó con la aprobación de un texto que incluye que todos los países participantes presentarán ante la ONU a lo largo de 2015 sus compromisos “cuantificables” en reducción de gases de efecto invernadero. Un acuerdo que no dejó satisfecho a casi nadie, pero que supone algo inédito hasta ahora, ya que la lucha contra el calentamiento global siempre había recaído sobre los países desarrollados, responsables del 80% de las emisiones globales. La idea de que para salvar el planeta  hace falta el compromiso de todos ha empezado a calar, lo que permite vislumbrar un acuerdo en París más comprensivo y ambicioso que el que se proyectó en Lima  y en el que la mayor parte de países contribuyan a la lucha contra el cambio climático.

Precios bajos del petróleo y declive ruso

En la segunda mitad de 2014 los precios del petróleo se desplomaron con mayor rapidez de lo anticipado por la mayoría de los analistas. La decisión de Arabia Saudí de dejar que el

Fotografía facilitada por la Comisión Europea, que muestra al consejero delegado del gigante gasístico ruso Gazprom, Alexey Miller (c-izq), y a su homólogo de la ucraniana Naftogaz, Andriy Kovolev (c-dcha), durante la firma de un acuerdo temporal hasta marzo de 2015 que asegura el suministro de gas durante este invierno. FOTO: EFE
Fotografía facilitada hoy por la Comisión Europea, que muestra al consejero delegado del gigante gasístico ruso Gazprom, Alexey Miller (c-izq), y a su homólogo de la ucraniana Naftogaz, Andriy Kovolev (c-dcha), durante la firma de un acuerdo temporal hasta marzo de 2015 que asegura el suministro de gas durante este invierno. FOTO: EFE

mercado ajuste los precios, manteniendo su cuota de mercado, tiene una lógica aplastante. El ajuste, pues, tendrá que venir de aquellos productores cuyos costes de extracción son más altos, entre los que se encuentran desde los pozos más maduros a los de aguas ultra-profundas, las arenas bituminosas de Canadá, el crudo ultra-pesado venezolano y, por supuesto, el tight oil estadounidense. Los países del Golfo Pérsico tienen costes de extracción muy por debajo de los precios actuales y, salvo Irak e Irán, abundantes reservas de divisas para sostener sus presupuestos durante períodos prolongados de precios bajos del crudo.

Atendiendo a las previsiones de oferta y demanda, el mercado sigue padeciendo un exceso de oferta que deberá ajustarse en los próximos meses. Mientras tanto, Europa debería aprovechar las oportunidades que ofrece la caída de los precios del petróleo para llevar a buen término sus reformas energéticas. Si la estrategia saudí es frenar la sustitución de su petróleo por fuentes renovables y evitar las mejoras en eficiencia energética, Europa, y España en particular, deberían actuar en consecuencia, invirtiendo parte de los dividendos económicos de la caída de precios en su modelo de transición energética.

La creciente rivalidad entre Rusia y la UE puede atenuarse si la caída de los precios del petróleo se mantiene, pero en 2015 deben acometerse medidas que muestren a Rusia que la diversificación del aprovisionamiento europeo de gas es creíble. No se trata de eliminar las importaciones rusas, pero sí de mantener la presión en el campo de la política de competencia para evitar el abuso de poder de mercado por parte de Gazprom. Las sanciones y la bajada de precios pueden complicar aún más la situación económica de la gasística rusa y su capacidad para financiar y desarrollar nuevos proyectos. Con un gas barato y bajo sanciones financieras, Rusia tendrá muy difícil construir las infraestructuras que necesita para avanzar en la diversificación de sus exportaciones hacia China y la India. Puede firmar tantos memorandos de entendimiento como quiera, pero obtener financiación será más complicado, salvo que la obtenga de China a cambio de condiciones aún más ventajosas para ella y todavía menos rentables para Rusia.

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