Hay quien piensa que es posible que el próximo miércoles, 17 de mayo, la subasta de renovables finalice con el anuncio de que todos los 3.000 MW ofertados terminen en manos de la industria eólica por cómo está diseñada, pero ¿es eso posible?
“Prácticamente todo sector descuenta que los proyectos ganadores serán los que oferten a coste cero, es decir, sin primas, como ocurrió en 2016, y en caso de empate, la eólica se llevará el gato al agua”, explican a este diario fuentes del sector. Por eso, todo dependerá de si acuden a la subasta suficientes proyectos eólicos dispuestos a cobrar únicamente el precio del ‘pool’, “aunque para ello deben hacer muy bien sus cálculos porque acudir a prima cero supondrá que no habrá retribución a la inversión para los proyectos adjudicados”.
Y es que construir un parque eólico tiene unos costes mucho mayores que una planta fotovoltaica, “se necesitan infraestructuras más complejas, trámites administrativos, una Declaración de Impacto Ambiental y un punto de conexión, y además en un tiempo récord, antes del 1 de enero de 2020”, señalan “sin olvidar que entre tanto hay que cumplir con un calendario muy ajustado para no perder las garantías, lo que aumenta el riego de acudir a la subasta”. Se refieren a que a los seis meses deben estar identificado los proyectos además de otros plazos para el prerregistro, la autorización administrativa y la entrada en explotación.
Con esta reglamentación, solo podrán competir (con posiblidades de ganar) aquellos proyectos que ya estén lo suficientemente avanzados como para ir a ‘prima cero’ y tener la certeza de cumplir con los plazos. Y haberlos ‘haylos’. Son los proyectos estancados tras el “parón” de 2012 y rondan los 9.000 MW pero “están en diferentes fases y hay muchos que ya han renunciado”, precisan desde la Asociación Empresarial Eólica (AEE).
“Se calcula que de entre todos ellos, entre 1.700 y 2.000 MW podrían presentar ofertas sin primas”, señalan otras fuentes, “por lo que quedaría espacio para la fotovoltaica, alrededor de 1.000 MW”.
Por ejemplo, en Galicia el concurso eólico adjudicó 2.325 MW de los que solo siguen en vigor 1.939 y de ellos, 564 megavatios de 23 parques con una tramitación muy avanzada que solo aguardan incentivos económicos, aunque si no los hay no se reactivarán, según cuenta La Voz de Galicia.
“Es imposible que nadie pueda saber, a día de hoy, cuántos megavatios eólicos acudirán a la subasta a coste cero”, señalan fuentes del sector fotovoltaico, “y más aún cuando se sabe que solo la aragonesa Forestalia parece dispuesta a pujar por 800 MW eólicos, y hay 1.500 MW eólicos solicitantes de puntos de conexión”.
Por todo ello, UNEF ha confirmado que seguirá adelante con solicitar al Tribunal Supremo que aplique medidas precautelares para que se suspenda la próxima subasta de renovables. “El concepto de subasta, tal y como está concebido, impide aprovechar las ofertas más bajas al poner un suelo, es decir, un límite en los descuentos que ofrecen los interesados”, explica José Donoso, director general de la asociación fotovoltaica, “incluso el suelo para la fotovoltaica se ha incrementado sobre el que se fijaba en el borrador de la resolución”.