La fotovoltaica se la juega en las próximas elecciones generales

Los cuatro últimos años han sido una auténtica tormenta para el sector fotovoltaico. Pero en un año, la industria solar podría comenzar a ver la luz tras todo este calvario. Llegan las elecciones generales y el oscuro panorama podría empezar a aclararse. Está claro que no existe ninguna relación entre la industria solar y el actual Gobierno. Es más, es tal el distanciamiento que no se pueden ni ver, y no es por culpa de los productores fotovoltaicos, ni de los inversores, ni de las empresas y sus trabajadores, es principalmente por el Gobierno. Que en tres años no haya querido ni sentarse a hablar con los principales agentes del sector no es normal, pero en la industria ya están acostumbrados a ello. Al ninguneo continuo. Entonces, ante una situación así, ¿qué puede hacer la industria?

Lo único que puede hacer es luchar, pero no con armas, sino con todas las herramientas del Estado de Derecho. Es decir, la Justicia y las urnas. Con la Justicia se ha topado, y no una, ni dos veces, pero aun tiene un último cartucho legal, las próximas elecciones generales. Todo indica que si el próximo Gobierno no es del PP podría tener alguna solución a alguno de sus problemas. Pero ojo, eso no significa que todo vaya a ser muy bonito con un nuevo Ejecutivo.

Sin relación alguna con el Partido Popular y el actual Gobierno, a la industria fotovoltaica se le abre un abanico de posibilidades a las que agarrarse casi como un clavo ardiendo. La situación de muchos de los inversores, sobre todo los pequeños, es muy complicada financieramente hablando. Y eso hace que necesiten soluciones, que el actual Gobierno no se las da. Pero ¿y el resto de partidos?

Retribuciones

Hemos visto hace pocos días un acercamiento del líder socialista, Pedro Sánchez, a esos pequeños inversores. Se fue a Murcia, a hacer campaña electoral, y aprovechando la visita a esa región dedicó unas horas a visitar a productores fotovoltaicos en la localidad murciana de Jumilla para decirles que está con ellos y que piensa ayudarles. El nuevo líder socialista les dijo, y con los medios de comunicación delante, que iba a cambiar la actual política retributiva e iba a devolverles lo que el Estado les ha quitado.

Ojo con las promesas porque luego pueden venir sustos. No hay que olvidar que quien empezó todo este via crucis para el sector fue el PSOE, en su último año en el Gobierno. Pero también hay un problema financiero importante en todo esto. Hay un agujero en el sistema eléctrico de 30.000 millones de euros. El archiconocido déficit de tarifa. Y no se puede olvidar. Devolver a la fotovoltaica al anterior status sería volver al desequilibrio en el sistema eléctrico y eso desde Bruselas no lo aceptarían. Tendría que remover, de nuevo, muchas piezas del puzle para que volviera a encajar todo si el PSOE en caso de llegar a La Moncloa tomara esta medida. Pero eso ya lo dejaremos para cuando suceda si finalmente llegara a pasar.

Ningún otro partido ha dicho algo respecto a ello. A lo mejor porque no se ven con opciones de llegar a Moncloa. Ahora, el nuevo partido de Pablo Iglesias, Podemos, quiere apostar por las renovables y acabar con la nuclear, el carbón y todo lo que contamine. Pero aun no ha dado soluciones concretas respecto a la política retributiva de la fotovoltaica. Aunque todo podría indicar que pudiera tomar una medida parecida a la que propone el socialista Pedro Sánchez.

El autoconsumo

Otra cosa bien distinta es el autoconsumo, la que en el sector podría ser la tabla de salvación. A lo mejor no para muchos de los pequeños inversores, pero sí para el conjunto de la industria. Allí los caminos son claros. Mientras el PP y el Gobierno no quieren saber nada del autoconsumo, el resto de formaciones sí han tomado partida en este asunto. Y se han mojado a favor de este nuevo modelo de producción energética que ya triunfa en otros países de nuestro entorno económico.

El poder autoabastecerse de energía eléctrica es un nuevo derecho ciudadano que se está implantando en el mundo, y tiene cada vez más seguidores. Pero en España se le están poniendo barreras al campo. El Gobierno no quiere que sea viable el autoconsumo. Está preparando una regulación ad hoc para que así sea. Si una persona decide ponerse unas placas fotovoltaicas en su casa tendrá que pagar por ello. El peaje de respaldo por conectarse a la red. También conocido como impuesto al sol. El caso es que en España se quiere imponer esta tasa al productor doméstico de tal manera que sea inviable el proyecto. Será imposible ahorrar energía con un impuesto como el que se quiere hacer en España.

El peaje de respaldo a lo mejor es necesario, y no sería malo del todo, pero no en esos términos si realmente se quiere desarrollar este modelo de producción. Habría que poner un impuesto muy bajo que contentara a todos, como ha sucedido en nuestra vecina Portugal. Y con el que se pudiera ahorrar energía, contaminar menos y que fuera económicamente viable para el ciudadano.

Entonces, si con el actual Gobierno es imposible desarrollar el autoconsumo, la solución para la fotovoltaica ¿dónde está? Pues prácticamente en el resto de fuerzas políticas. PSOE, IU, Podemos, Ciudadanos, Equo, y alguno más está por la labor de lo que se denomina la democratización de la energía eléctrica. Quieren fomentar el autoconsumo. Y eso realmente sí ayudaría a la industria fotovoltaica a volver a dar pasos al frente.

Por todo ello, la industria solar se la juega en las próximas elecciones. Y seguramente por más cosas, pero principalmente por estas dos. La industria lo sabe, hay mucho en juego, y por eso este martes, en la celebración del I Foro Solar Español, se ha montado una mesa a la que se ha invitado a todas las formaciones políticas para debatir sobre la fotovoltaica y su futuro.