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La gran pesadilla de Álvaro Nadal: sus socios europeos no quieren más interconexiones eléctricas

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La Unión Energética hace aguas por mucho que quieran vender algunos políticos lo contrario. Poner de acuerdo a 28 países y que sus intereses energéticos concuerden parece fácil en el papel o en la boca de la Comisión Europea o de algunos europarlamentarios, pero a la hora de la verdad los Estados miran su ombligo y dejan las amistades para otro momento, aún por llegar. La solidaridad, si eso, para otro día.

Este martes se han reunido todos los líderes europeos para ratificar, si cabe más aún, el Acuerdo de París. Pero realmente es todo un postureo como dicen ahora. La Unión Energética nació con el propósito de crear un mercado único de la energía, donde todos los mercados actuales confluyeran en uno solo, basado en energías renovables y conectados entre sí.

Pero una de estas patas cojea y mucho. Se trata de las interconexiones, tan fundamentales para el futuro energético de España y otros países. Se propuso elevar el objetivo de interconexiones en un 15% de la demanda eléctrica en todos los estados miembro para 2030. Un objetivo que dejará de serlo en la próxima directiva de mercado ya que varios países se niegan a firmar eso.

Según cuenta Euractiv de fuentes cercanas a las negociaciones europeas, los estados miembros de la UE están considerando maneras de eliminar todas las referencias a la interconexión de la red eléctrica de los documentos de la política energética europea, el denominado Paquete de Invierno.

Es decir, que si no se ha conseguido o se va a lograr alcanzar el 10% para el 2020, no están dispuestos a financiar proyectos para alcanzar el 15% dentro de 13 años.

El próximo lunes, Álvaro Nadal tiene la mayor papeleta que jugar en Europa en la reunión de los ministros de Energía de los 28. Le toca negociar lo que no está escrito para tratar de conseguir que las interconexiones eléctricas sigan en la agenda europea.

Sin el objetivo del 15% España se quedaría totalmente fuera de juego. Seguiría siendo una isla energética dentro del panorama europeo. Sería la mayor pesadilla para la transición energética que planea el ministro Álvaro Nadal.

Sin interconexiones no hay paraíso

Y es que España tiraría a la basura mucha energía renovable si no tiene por donde enviar sus excedentes. La red actual aguanta lo que aguanta, la demanda es la que es, 40.000 MW, pero muchos días es menor. Crecer en renovables es fundamental para llevar a cabo la descarbonización, pero sin interconexioines es como hacer un pan con dos tortas.

Las renovables necesitan más red, y más Europa, y todo indica que ni una cosa ni la otra. "En cuanto a la directiva de mercado, los principales problemas pendientes son los precios regulados y las interconexiones", dijo un funcionario de Estonia, que actualmente ocupa la presidencia rotatoria del Consejo, que representa a los 28 estados miembros de la UE.

Según el funcionario, no se trata de poner un número, el 15% o el 18%, sino que el problema es que no quieren algunos miembros de la UE que haya referencia alguna a las interconexiones eléctricas.

Sin las interconexiones eléctricas, el mercado único pierde todo su sentido. Las renovables no podrían integrarse. No se podrían beneficiar los países del sur de la eólica del norte y centro del continente, al igual que los del norte no se beneficiarían de la energía solar del sur de Europa en los meses de verano.

Un desastre sin paliativos. Así lo califican algunos expertos en el sector con los que ha hablado El Periódico de la Energía. El cambio de modelo energético sería mucho más complicado por no decir imposible.

"La electricidad es la última mercancía que no se comercializa libremente en Europa. Los cuellos de botella existen debido a una infraestructura de red e interconexiones inadecuadas entre países. Impide que los estados miembros de la UE obtengan ahorros de costos potenciales que un mercado energético común e interconectado podría ofrecer", dice un portavoz de la patronal eólica europea Wind Europe a Euractiv.

El caso es que 11 Estados miembros estaban por debajo del objetivo del 10% en 2017, entre ellos España: Bulgaria, Chipre, Alemania, Francia, Irlanda, Italia, Polonia, Portugal, Rumanía, España y el Reino Unido.

Siete países de la UE -Rumanía, Alemania, Francia, Italia, Bulgaria, Portugal e Irlanda- están implementando proyectos de interés común (PCI) que deberían permitirles alcanzar el objetivo del 10% para 2020, dijo la Comisión en su último informe sobre las interconexiones en noviembre.

Y se espera que cuatro estados miembros: Chipre, Polonia, España y el Reino Unido permanezcan por debajo del objetivo de interconexión eléctrica del 10% en 2020.

Con este panorama, a España le quedan pocos socios europeos en los que apoyarse para lograr el bendito 15% de interconexiones prometido por la Comisión Europea. El que más necesita España es el de Francia, y a pesar del cambio de política con la llegada de Emmanuelle Macron, llegar al 15% se antoja complicado a estas alturas cuando no se va a llegar a 2020 al 10%.

La solución se conocerá el próximo 18 de diciembre. La reunión de los ministros de Energía debería sacar un compromiso al respecto o eliminar el objetivo para siempre.

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