La hidroeléctrica brasileña de Santo Antonio completó hoy cuatro años de operaciones con el 76% de su capacidad total de generación de energía y espera alcanzar su máximo rendimiento antes de que finalice el año.
La hidroeléctrica, la cuarta mayor de Brasil, está situada en Porto Velho, la capital del estado amazónico de Rondonia, y se erige sobre el Madeira, un río de color arenoso que nace en la cordillera de los Andes y desemboca en el río Amazonas.
Con una inversión total de 20.000 millones de reales (unos 5.000 millones de dólares), Santo Antonio inició sus operaciones en 2012 y abastece de energía la región sureste de Brasil, la más rica y poblada del país, así como los estados de Rondonia y Acre, situados en el noroeste del gigante latinoamericano.
La instalación tiene actualmente 38 de sus 50 turbinas en funcionamiento, y, según el programa de la hidroeléctrica, este año se colocará el último generador, momento en el que alcanzará su capacidad máxima de 3.568 megavatios, una energía suficiente para atender el consumo de 45 millones de personas.
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