Dado que el petróleo se cotiza a más de 70 dólares el barril desde abril de 2018, la producción de EEUU ha seguido expandiéndose y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha anunciado constantes recortes en su producción. Sin embargo, la falta de oferta es una amenaza para los próximos años, según Nitesh Shah, analista de la consultora WisdomTree. Sin embargo, mirando más hacia un futuro a medio plazo, considera que la falta de inversión en la exploración y producción de petróleo y gas podría dar lugar a una escasez en el suministro.
Recuperación de la inversión lenta
Los precios del petróleo Brent se desplomaron desde los más de 110 dólares por barril en 2014 a menos de 30 dólares por barril en 2016, cuando la OPEP se embarcó en su programa de aumentar la producción. Por eso, entre 2014 y 2016, la inversión en petróleo y gas upstream disminuyó en más del 40%. Después de tomar decisiones muy dañinas para ella misma, la OPEP cambió la estrategia una vez más en 2017 y recortó la producción, asignando cuotas individuales para cada país. Esta decisión se tornó en un gran éxito y llevó al precio del petróleo a superar los 80 dólares por barril el pasado mes de junio. Una relajación de los recortes de la OPEP en ese mismo mes rebajó un poco la cotización del petróleo, pero los precios han conseguido permanecer constantemente por encima de los 70 dólares desde entonces. Como los precios se han recuperado, la inversión en exploración de nuevos recursos de petróleo y gas ha aumentado. En 2017, la inversión mejoró en un 4% hasta los 450.000 millones de dólares y en 2018 se pronostica que la inversión aumentará un 5% hasta los 472.000 millones. Pero de ninguna manera la industria ha recuperado el terreno perdido.

Enfoque para ciclos cortos
La mayor parte del aumento en la inversión se ha hecho en petróleo crudo ligero y en shale oil, que casi por definición se centra en ciclos más cortos (aproximadamente el 80% de la producción se produce en los dos primeros años de producción). Tras la aguda volatilidad que sufrieron los precios entre 2014-2016, las grandes compañías petroleras han dudado en comprometerse con proyectos de inversión más largos. El pequeño crecimiento en onshore convencional proviene principalmente de compañías petroleras que han invertido en proyectos nacionales, sobre todo las de Rusia y los países de Medio Oriente. La inversión en offshore convencional, que tiene los plazos de entrega más largos, está en declive.

Si bien se espera que la inversión crezca en Europa y Oriente Medio, los mayores avances en la inversión probablemente provengan de EEUU, sobre todo en proyectos de petróleo de esquisto bituminoso, que tienen tasas de declive de producción agresivas y, por lo tanto, ciclos cortos. Por su parte, los activos de producción (brownfield) se han priorizado en Medio Oriente.

Perfil bajo de las inversiones en petróleo y gas
La Agencia Internacional de Energía (AIE) pronostica que la demanda mundial de petróleo aumentará hasta los 101,5 millones de barriles por día en el cuarto trimestre de 2019, lo que supone un aumento de 2,7 millones de barriles diarios respecto a los 98,8 millones de barriles por día del segundo trimestre de 2018. Es probable que el shale oil pueda satisfacer ese aumento en la demanda durante la mayor parte del año, pero el resto lo proveerá Arabia Saudí y Rusia, que pueden cubrir la mayor parte del resto.
Sin embargo, más allá de este horizonte, como las inversiones en proyectos a largo plazo han sido tan bajas, podríamos comenzar a ver problemas para satisfacer la demanda de petróleo en el futuro (en caso de que la demanda de petróleo mantenga fuertes tasas de crecimiento).
Es poco probable que veamos un aumento de la producción y exportación del petróleo de Irán, ya que las sanciones de Estados Unidos sobre el país pueden paralizar por completo las inversiones. Y también es poco probable que Venezuela, que vive turbulencias económicas, pueda dejar de disminuir su oferta. Mientras tanto, es posible que los suministros de Libia sigan siendo muy volátiles.
El colapso en la inversión de los últimos años se ha sentido principalmente en la exploración. Como consecuencia hay escasez de nuevos yacimientos, por lo que podría haber restricciones de suministro, pese a los descubrimientos de nuevos proyectos en los últimos meses, que ahora van en aumento.

Conclusión
Con la excepción del petróleo esquisto estadounidense, la inversión en exploración petrolera ha sido lamentablemente baja desde la caída del precio del crudo en 2014. Si bien no es una preocupación inmediata, es probable que la oferta se endurezca en el futuro.
Este análisis ha sido preparado por WisdomTree y sus asociados y no pretende ser considerado como un pronóstico, investigación o asesoramiento de inversión, y no es una recomendación, oferta o solicitud para comprar o vender valores o para adoptar cualquier estrategia de inversión. Las opiniones expresadas son a partir de la fecha de producción y pueden cambiar según varíen las condiciones posteriores. La información y opiniones contenidas en este documento se derivan de fuentes propias y externas. Como tal, no se otorga garantía de precisión o confiabilidad y WisdomTree, ni ningún asociado, ni ninguno de sus empleados aceptan ninguna responsabilidad que surja de otra manera por errores u omisiones (incluida la responsabilidad ante cualquier persona por negligencia). La confianza en la información de este material queda a exclusivo criterio del lector.
Fuente: Nitesh Shah de WisdomTree.