La reforma energética mexicana, que abre la industria petrolera al sector privado y cuyas leyes reglamentarias fueron aprobadas el miércoles por el Congreso, tardará en "madurar" una década, afirma el senador y presidente de la **Comisión de Energía del Senado, **David Penchyna, uno de sus impulsores.
Diez años es el plazo previsto que necesitará Pemex para convertirse en una empresa productiva. La petrolera estatal debe cambiar totalmente su gestión, comenzar a invertir y, lo más importante, revertir la caída de su producción.
Penchyna añadió que este nuevo modelo es "eficiente, competitivo y verde", además ratifica la rectoría del Estado, la propiedad de los mexicanos sobre los hidrocarburos, moderniza las empresas estatales, y "delinea un futuro sustentable".
Además advierte que, es urgente avanzar en la denominada "ronda cero" en la que las autoridades adjudicarán a Pemex los yacimientos petroleros solicitados, y luego a la "ronda uno", para convocar a las demás empresas interesadas en participar en las convocatorias para comenzar a explorar y producir.
Penchyna espera que se pueda realizar la "ronda uno" a finales de este año o "a más tardar a principios de 2015" para que comience a fluir la inversión privada y se pueda elevar la producción de crudo y gas, que es el objetivo de la reforma.
Crecimiento y empleo
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