La Sociedad Nuclear Española (SNE) sostiene que el análisis sobre la futura Ley de Transición Energética y Cambio Climático se debe realizar atendiendo a las necesidades del país y con criterios técnicos, lo que requiere "quitar del debate político cuestiones ideológicas" sobre la energía nuclear.
El presidente de la SNE, José Antonio Gago, ha asegurado que el momento actual es "crucial" porque el Gobierno ha decidido abrir un debate para definir cómo va a ser el modelo energético de España hacia el año 2030, cuando las emisiones de gases de efecto invernadero deben reducirse un 30 por ciento respecto a los niveles de 1990.
Gago, que ha ofrecido una rueda de prensa con motivo de la reunión que la SNE mantendrá desde mañana hasta el próximo viernes en Málaga, ha manifestado en rueda de prensa que son partidarios de la ampliación hasta los 60 años del funcionamiento de las siete centrales nucleares existentes en España y de la creación de nuevas instalaciones.
Ha argumentado que los informes técnicos avalan que las centrales existentes puedan seguir operando "con todas las garantías de seguridad al menos hasta los 60 años", lo que permitiría producir 1.200.000 millones de kilovatios hora, el equivalente al consumo eléctrico del país durante cuatro años.
"Hoy en España estamos todavía un paso más atrás de ese debate, en el de si las centrales deben cerrarse a los 40 años de operación", ha lamentado Gago, que considera que técnicamente no está justificado.
Durante el pasado año, la energía nuclear fue por sexto año consecutivo la primera fuente de generación eléctrica, con un 21,4% del total, pese a que la potencia instalada representaba solo el 7%.
La industria nuclear aporta 2.780 millones de euros al PIB español y contribuye a la generación 30.000 empleos, de los cuales 8.500 son directos.
En el mundo hay actualmente 449 centrales en operación, 60 en construcción y 167 planificadas para cubrir las grandes necesidades de electricidad que están previstas.
En el caso de España, la SNE precisa que, como técnicos son partidarios de la creación de nuevas centrales, pero se trata de una gran inversión, por lo que las compañías eléctricas necesitan que se les asegure una garantía de suministro en un plazo que les permita amortizar el desembolso, un modelo que ha aplicado el Reino Unido.
Si se plantean las garantías de recuperación de la inversión y de que la retribución que se va a dar a la generación de energía eléctrica de origen nuclear es suficiente, la SNE estaría a favor de la construcción de nuevas centrales, "siempre contando con la aceptación de la sociedad", ha precisado Gago.
Entre las ventajas de la energía nuclear ha mencionado que aporta mucha estabilidad a la red de distribución, al no depender de factores externos como la renovable, y que no emite C02, mientras que la principal desventaja es la generación de residuos radiactivos.
La 43º Reunión Anual de la SNE congregará a más de 600 congresistas, que analizarán el papel de la energía nuclear en la lucha contra el cambio climático, el futuro del sector, la contribución de la energía nuclear al desarrollo sostenible y las novedades en aplicaciones en el ámbito de la salud o el arte.
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