Sindicatos y empresarios consideran que la transición energética incrementará el empleo al final del proceso aunque advierten de que también requerirá sacrificios, si bien han dejado claro que la opción de no hacer nada ante el cambio que se avecina no existe.
En una mesa redonda de la jornada "La transición energética y el empleo", organizada por el Club Español de la Energía y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la presidenta de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), Rocío Sicre, ha señalado que en 2050 se pueden crear 18.000 millones de empleos en el mundo, con lo cual habrá un movimiento del empleo.
Asimismo, ha destacado que para alcanzar el objetivo de que en 2030 el 32% de la demanda final de energía en la Unión Europea UE sea de fuentes renovables se generarán 132.000 nuevos empleos.
Por su parte, el jefe del área de Industria, Energía y Medio Ambiente de la patronal CEOE, Iván Albertos, ha advertido de que sin un marco regulatorio "predecible" será difícil acometer las cuantiosas inversiones, de entre 60.000 y 100.000 millones de euros, necesarias para la transición energética y ha expresado sus dudas de que los partidos políticos puedan llegar a un consenso en materia de energía.
El presidente del Foro de la Industria Nuclear, Ignacio Araluce, ha señalado que la transición energética no será posible sin los ciudadanos y a éstos hay que contarles la verdad, que "va a tener oportunidades gigantescas pero va a exigir también sacrificios".
En este sentido, ha recordado que con el coche eléctrico en un futuro se ahorrará, pero de momento es "muy caro", y lo mismo ocurre con las medidas de eficiencia en edificios, que en un primer momento supondrán costes, por lo que los políticos deben decir qué medidas van a tomar para paliar esos primeros impactos.
Ha señalado que, además, se van a destruir empleos y habrá que reconvertirlos, al tiempo que ha insistido en que habrá que poner el foco en las regiones y los territorios porque el problema es que la generación de la energía se concentra en territorios.
Araluce ha advertido de que "hay zonas que van a quedar todavía más deprimidas", al tiempo que ha indicado que la industria nuclear genera 30.000 empleos, la mayoría de gran cualificación, y considera que habrá que transferir el conocimiento que existe a otros sistemas.
Por su parte, José López-Tafall, secretario del Grupo Español para el Crecimiento Verde, creado en 2015 e integrado por 40 empresas que impulsan ese modelo de desarrollo económico, ha asegurado que la transición energética creará empleo y riqueza, y que "habrá buenos empleos".
Ha recordado que España invirtió el año pasado 40.300 millones en importar combustibles fósiles, por lo que es necesario poner en marcha esta transición, algo que ha recordado requiere de un marco regulatorio, pues si no sólo se verán los costes de la transición.
"Esos costes que se van a producir no derivan de la transición, derivan de la inactividad", ha dicho López-Tafall, que ha añadido que "el proceso es global y mundial y no es una opción no hacer nada", pues "donde no se va a generar inversión es en los sectores del pasado".
Por su parte, el responsable de Medio Ambiente de UGT, Wilfredo Miró, ha manifestado que la transición energética es una oportunidad para crear empleo "y de calidad" en España, aunque ha señalado que habrá que acompasar en el tiempo los que se destruyan con los que se generen, mientras que el secretario de Medio Ambiente de CCOO Madrid, Ángel Juberías, ha dicho que es imprescindible tener en cuenta a la zonas afectadas.
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