Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) pidieron hoy que se aceleren las interconexiones energéticas para garantizar la seguridad de suministro al bloque comunitario, y valoraron el acuerdo alcanzado entre España, Francia y Portugal para acabar con el aislamiento de la Península Ibérica.
"Hemos dado un gran paso adelante", señaló el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, quien apuntó que todos los Estados miembros han mostrado su consenso para "acelerar" las interconexiones energéticas en la UE.
Los líderes europeos dedicaron la primera parte de su reunión de hoy a respaldar la estrategia propuesta por la Comisión Europea (CE) para crear una verdadera "Unión Energética" que permita reducir la dependencia de las importaciones energéticas de Rusia.
Los Veintiocho hicieron especial hincapié en la necesidad de "acelerar los proyectos de infraestructuras, como las interconexiones de electricidad y gas a regiones periféricas, para garantizar la seguridad energética y un mercado interior de la energía en buen funcionamiento", según indican en el texto de conclusiones del encuentro.
Asimismo reconocieron en una nota a pie de página que "el reciente acuerdo alcanzado por Francia, Portugal, España, la Comisión y el BEI representa un paso positivo hacia el logro del objetivo del 10 % en materia de interconexiones eléctricas para 2020", en referencia a la denominada "Declaración de Madrid" que sellaron el pasado 4 de marzo.
En ese acuerdo Madrid, París y Lisboa se comprometen a impulsar las conexiones entre los tres países y de la Península Ibérica con el resto del mercado energético europeo, incluida la reanudación del proyecto de gasoducto "Midcat", que unirá Cataluña con el sur de Francia.
Los líderes también dieron su apoyo a una de las propuestas más polémicas de las que presentó la Comisión el pasado 25 de febrero, relacionada con la transparencia de los contratos de suministro de gas con terceros países.
La CE ha sugerido, en concreto, que antes de firmar estos acuerdos se consulte a Bruselas para que no haya incompatibilidades con la legislación comunitaria y que los contratos no vayan contra los intereses comunitarios, aunque las conclusiones de los Veintiocho hace referencia a esta transparencia, pero no mencionan directamente a la ninguna institución comunitaria.
Tusk mostró su satisfacción por el consenso mostrado por los líderes europeos para "reforzar la transparencia para que los productores no puedan romper la legislación comunitaria".
Con esta propuesta se pretende evitar que se repitan casos como el del gasoducto South Stream, que Rusia canceló en diciembre por las dificultades para sacarlo adelante por las incompatibilidades con las reglas europeas.
Los mandatarios de la UE llaman expresamente a "garantizar el pleno cumplimiento de la legislación de la UE de todos los acuerdos relacionados con la compra de gas con suministradores exteriores", y piden en particular que se refuerce "la transparencia de dichos acuerdos y su compatibilidad con las disposiciones de la UE en materia de seguridad energética".
Para tranquilizar a los socios más reacios a impulsar la transparencia en este sentido, los Veintiocho recalcan que en lo que respecta a los contratos comerciales de suministro de gas, "debe garantizarse la confidencialidad de la información delicada desde el punto de vista comercial".
El Consejo Europeo también hace un llamamiento a que se aplique plenamente la legislación comunitaria en vigor en materia de energía, así como a que se refuerce el marco legislativo con miras a la seguridad de suministro de electricidad y gas.
Greenpeace celebró que los líderes hayan incluido en sus conclusiones esta referencia a la eficiencia energética, pero dicen que la mención a los "recursos autóctonos" es una referencia encubierta al carbón, al gas de esquisto y a la energía nuclear, y critican que las renovables no aparezcan como una solución a la seguridad energética.
Los líderes se mostraron también partidarios de evaluar las opciones para establecer "mecanismos de agrupación voluntaria de la demanda", es decir, sistemas para comprar gas de manera conjunta en casos de crisis de suministro, pero inciden en que deberán ajustarse a las normas de competencia de la Organización Mundial del Comercio y la UE.
Por último, el Consejo Europeo urge a los países no comunitarios que aún no lo hayan hecho a presentar antes de finales de este mes a Naciones Unidas sus contribuciones a la reducción de emisiones contaminantes.
Reconocen además que es necesario intensificar los trabajos relacionados con la búsqueda de soluciones en materia de financiación, transferencia tecnológica y creación de capacidades, que consideran "clave" para lograr un acuerdo climático ambicioso en la cumbre que la ONU celebra en diciembre en París.
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