La patronal española del gas, Sedigas, considera que la apuesta de la Unión Europea por acelerar las interconexiones energéticas para garantizar la seguridad de suministro al bloque comunitario, a**bre "una oportunidad para España" **
El presidente de esta patronal, Antoni Peris, ha hecho este balance de la cumbre que durante el jueves y el viernes ha reunido en Bruselas a jefes de Estado y de Gobierno de la UE para hablar de la política energética de la UE.
En la cumbre, los Veintiocho han hecho especial hincapié en la necesidad de "acelerar los proyectos de infraestructuras, como las interconexiones de electricidad y gas a regiones periféricas, para garantizar la seguridad energética y un mercado interior de la energía en buen funcionamiento", y han valorado el reciente acuerdo entre España, Francia y Portugal para acabar con el aislamiento de la Península Ibérica.
Peris cree que la crisis entre Rusia y Ucrania "probablemente ha hecho que Europa se dé cuenta de que es muy importante la diversificación de fuentes de suministro", y ha remarcado que "España ofrece la capacidad de sustituir una parte importante de las importaciones de gas ruso".
Actualmente, un tercio del gas que se consume en la UE viene de Rusia, una dependencia que Peris estima que se podría recortar parcialmente a partir de 2020, cuando esté en marcha el gasoducto Midcat, que une España y Francia.
Este proyecto está bastante avanzado en el lado español, dado que está construido ya hasta Figueres (Girona), y solo queda llegar hasta la frontera, pero va bastante retrasado en el lado francés. Interconexiones
En cualquier caso, Sedigas estima que al finalizar 2015 España tendrá una capacidad de interconexión con Francia de 7,1 bcm (miles de millones de metros cúbicos/año).
Y cuando el Midcat entre en marcha, en 2020, la capacidad total de España será de 15,1 bcm, un volumen equivalente al 12 % de gas que procede de Rusia.
A pesar de que Sedigas querría que esta interconexión fuera más rápida, Peris ve "bastante difícil" que la fecha del 2020 pueda adelantarse más allá de un año, debido a todos los trámites medioambientales que debe superar el proyecto.
España se nutre por una parte del gas que llega a través de gasoductos, como el Medgaz, que une la Península con Argelia, y por otra del gas que llega en forma de GNL (gas natural licuado) a través de barcos, y que entra en el sistema gracias a las plantas regasificadoras operativas en España.
Preguntado por si el movimiento yihadista que ha atentado en Túnez puede llegar a países como Argelia, el gran proveedor de gas de España (en 2014 aportó el 55 % del gas recibido por España), ha asegurado que incluso en los años noventa, cuando el país magrebí vivió un conflicto interno, nunca dejó de exportar gas.
"Estamos razonablemente tranquilos por Argelia", ha apuntado Peris, que ha añadido que, en cualquier caso, España tendría la posibilidad de seguir cubriendo la demanda de gas mediante barcos metaneros.
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