La 'Energiewende' alemana está protagonizando la mayor transición energética desde los combustibles fósiles y la energía nuclear a las energías renovables entre todas las que se están llevando a cabo entre las economías avanzadas. Pero no todo ha ido bien.
"La Energiewende alemana tiene un montón de retos pendientes, tanto políticos como prácticos", ha dicho a Bloomberg Famke Krumbmuller, analista de Eurasia Group, una consultora política. "Tendría que afinarse bien varias veces para que sea viable".
Desde 2011, cuando el desastre nuclear de Fukushima horrorizó al mundo y Alemania inició el cierre escalonado de sus centrales nucleares, estas son las lecciones que Angela Merkel ha aprendido acerca de la gestión de una gran transición energética:
Contener los costes eléctricos
El Energiewende fue construida por Alemania sobre la concesión de incentivos a las energías renovables. El apoyo a la eólica y la solar ha llegado en la forma de un sistema de primas, que concedió tipos por encima del mercado a las energías limpias. La fórmula permitió a la industria realizar un gran despliegue de instalaciones pero, al tiempo, incrementó la factura eléctrica. Los costes de los subsidios se dispararon (véase el gráfico), colocando los precios de la electricidad alemana como los segundos más altos de Europa detrás de los de Dinamarca.
Merkel ha protegido a la industria alemana de los aumentos y ha recortado las ayudas a las energías renovables. Se prevé que la cuota que los alemanes paguen para financiar las energías renovables caerá por primera vez este año.
Obama lo puede tener un poco más fácil para proteger a los consumidores del aumento de los precios debido a que los costes de la energía eólica y la solar están cayendo muy rápidamente y, además, el fracking ha permitido obtener una energía más barata en general en EEUU, ha dicho Krumbmuller.
Modernizar la red eléctrica antes de que aumenten los riesgos de apagones
La eólica y la solar trabajan sólo cuando sopla el viento y el tiempo es soleado, por lo que añadir más producción a la red requeriría un sistema diseñado para flujos constantes.
Alemania ha tenido que desviar el exceso de energía eólica hacia los países vecinos, como Polonia y la República Checa, ya que su propia red no podía manejar los aumentos de tensión. Alemania ha logrado evitar las interrupciones generalizadas mediante la inversión de 21.000 millones de eruros en una autopista de energía eléctrica que unirá los parques eólicos gigantes en el Mar del Norte a las fábricas en el sur.
Obama aún tiene plantas nucleares para respaldar las energías renovables, pero la red de Estados Unidos es menos fiable y más antigua que la alemana. Una actualización es una necesidad urgente.
Pon al consumidor de tu parte
Miles de alemanes protestan contra la autopista de la red eléctrica, retrasando el trabajo y poniendo en duda la capacidad de Merkel para suministrar la energía de una manera fiable mientras cierra las centrales de carbón y las nucleares.
Para evitar una oposición similar, Obama puede evitar la construcción de instalaciones renovables en cualquier área. Podía aprovechar la tecnología de empresas como SolarCity Corp., que en lugar de centrarse en la expansión de plantas a gran escala comercial en el desierto está poniendo paneles en los tejados, pequeñas unidades de generación distribuida cerca de donde se necesita la electricidad.
Prepararse para los indeseables efectos secundarios
El programa de Merkel tuvo consecuencias para el mercado eléctrico y las empresas se han visto afectadas por el sistema, algunas de ellas de manera no intencionada.
Durante algunos años, la transición del mercado eléctrico favoreció al carbón, lo que obligó al Gobierno a revisar la legislación.
Alemania decidió cerrar sus ocho reactores atómicos más antiguos en 2011 y expandir las energías renovables. Pero la contaminación aumentó en los años siguientes porque el carbón intervino para llenar un vacío de suministro dejando la quema de un gas natural más limpio fuera del mercado.
Ante el fracaso evidente para alcanzar el de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 40% en 2020, Merkel respaldó el mes pasado el cierre de algunas de las plantas de carbón más sucias en 2021.
Luego estaba el impacto en las empresas, lo que nadie predijo. Alemania creó esencialmente la industria solar moderna en 2004, con sus incentivos, y durante unos años, Q-Cells fue el fabricante líder del mercado de paneles . Entonces, los competidores chinos se abalanzaron, atraídos por el tamaño del mercado y la quiebra de la mayoría de los desarrolladores de energías renovables alemanes. El año pasado, la eléctrica EON decidió segregar su negocio tradicional y apostar por las energías renovables.
Las energías renovables se han disparado en Alemania. Se producen en la actualidad alrededor del 26% de la electricidad del país, frente a un 6,6% en 2000. Las fortunas se han amasado y perdido en la transición.
Un comentario
- España parece ser no estar muy interez da por las renobables le interez más sacarnos el dinero vía petróleo que nos Crüe a impuestos.
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Lucio
01/09/2015