El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha criticado que la regulación eléctrica está "inacabada", es "muy mala" e impide avanzar al sector, unas deficiencias que ha achacado a la falta de tiempo del Gobierno actual para completar una reforma que, según ha reconocido, acabó con el déficit tarifario.
Durante su intervención en el encuentro del sector energético organizado en Madrid por la escuela de negocios IESE y la consultora Deloitte, Bogas ha subrayado la necesidad de reformar el sistema de mercado eléctrico, que sufre un "acumulación de anomalías" económicas como resultado de las "modas y manías" de las diferentes políticas energéticas.
En esta reforma será prioritaria la modificación del sistema de pagos por capacidad, la modernización de la red de distribución -para adaptarse a la generación distribuida- y el mantenimiento durante su vida útil de nucleares y centrales de ciclo combinado.
Ha explicado que el nuevo modelo tendrá que adaptarse al papel de las renovables, el carbón o las nucleares. Además, tenderá a desarrollar centrales más pequeñas y no vinculadas a las materias primas, es decir, renovables.
También el consejero delegado de Gas Natural Fenosa, Rafael Villaseca, ha coincidido en que es preciso reformar un mercado en el que "casi la mitad de la oferta" no cobra el precio resultante, en referencia a las renovables y la cogeneración.
Ha puntualizado que el actual sistema tampoco beneficia a las renovables, que en su opinión van a seguir necesitando subvenciones durante los próximos años para cumplir los objetivos.
En cuanto al autoconsumo, Villaseca ha defendido la necesidad de que los usuarios paguen los costes de respaldo, y que "eso no es caro, es carísimo", y que implica redes y centrales que tienen que estar preparadas para suministrarle.
El exsecretario de Estado de Energía Nemesio Fernández-Cuesta ha subrayado que es necesario poner en marcha un nuevo marco de política energética que se adapte a la necesidad de descarbonización y los avances tecnológicos, especialmente en cuestiones como las baterías, las renovables o la generación distribuida.
Este cambio deberá conducir además a una modificación en el sistema de recuperación de la inversión, donde se dará mayor peso a los pagos por capacidad y de ajuste frente a las señales de mercado actuales, es decir, a un modelo donde los costes fijos tengan mayor peso que los variables.
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