La empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) ha registrado una pérdida neta de 16.847 millones de dólares en 2017, una subida del 74,4% frente al resultado negativo de 9.663 millones de dólares en el 2016.
Al presentar su informe financiero, la petrolera atribuyó la pérdida a un deterioro de los activos, un incremento en impuestos y derechos, así como a una afectación causada por la depreciación del peso frente al dólar.
La petrolera señaló que los ingresos ascendieron a 71.001 millones de dólares, un 30,1% más que en 2016.
Dentro de las ventas totales, sobresale el aumento de ingresos nacionales, un 30,9%, hasta situarse en 44.341 millones de dólares, y de un 28,7% en las exportaciones, hasta ubicarse en los 25.701 millones de dólares.
Según el informe, la producción de crudo fue de 1,95 millones de barriles diarios, un 9,8% menor a la de 2016.
Asimismo, la producción de gas natural se redujo en un 13,6%, al situarse en 4.205 millones de pies cúbicos diarios (MMpcd).
El beneficio bruto se ubicó en 12.478 millones de dólares después de deducir el coste de las ventas, lo que significó un 54,6 % menor al registrado en el año precedente, mientras el rendimiento de operación cayó 74,8%, al situarse en 5.414 millones de dólares.
La petrolera precisó que el rendimiento antes de impuestos y derechos (ebitda) cayó un 25,7% respecto a 2016, al ubicarse en 2.755 millones de dólares.
Asimismo, los pasivos de Pemex, que incluyen deudas a corto y largo plazo, impuestos y derechos, así como pasivos laborales, ascienden a 183.261 millones de dólares, un 1,8% mayor respecto al cierre del pasado año.
La deuda financiera total de Pemex ascendió a 102.991 millones de dólares, superior en un 2,8% a la registrada a finales de 2016, de la cual el 92% es de largo plazo.
Sólo en el cuarto trimestre del año pasado, la compañía perdió 17.803 millones de dólares, ello supuso un incremento del 584,8% frente al mismo lapso de 2016.
Esta variación se originó principalmente por una pérdida en cambios por la depreciación del peso frente al dólar, que Pemex aseguró que no representa "salidas de flujo" y por un "mayor endeudamiento".
Después de tres trimestres consecutivos con beneficios, Pemex registró de nuevo pérdidas netas en el tercer trimestre del 2017, que se acrecentaron con estos malos resultados de los últimos tres meses del pasado año.
Las ventas en el período octubre-diciembre sumaron 20.341 millones de dólares, un 24,3 % por arriba de la cuantía registrada en el mismo período de 2016.
A raíz de la reforma energética, que abrió el sector al capital privado después casi ocho décadas de monopolio estatal, Pemex está inmersa en un proceso de transformación que incluye una reestructuración interna y la alianza con firmas privadas.
La empresa pública anunció en 2016 un recorte presupuestario de 100.000 millones de pesos (unos 5.400 millones de euros), afectando especialmente a sus proyectos de exploración y producción.
Los datos de 2017 suponen un retroceso al saneamiento de las cuentas de Pemex.
En 2016, la petrolera logró reducir sus pérdidas un 58,5%, unos resultados significativamente más positivos que los del 2015, cuando Pemex registró una pérdida neta de 30.315 millones de dólares.
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