La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) está a favor de lograr un acuerdo jurídicamente vinculante en la cumbre del clima de París (COP21), aunque con responsabilidades diferenciadas para países desarrollados y en desarrollo.
En una declaración acordada en el seno de la Celac, los países que integran esta comunidad abogan por lograr un acuerdo que evite que la temperatura del planeta aumente más de dos grados y que refleje la voluntad de los países del Norte de financiar y transferir tecnología en materia de mitigación y adaptación a los del Sur.
Los países de la Celac también hacen un llamamiento a las naciones consideradas "desarrolladas" en la convención de cambio climático de la ONU a cumplir con sus compromisos en materia de acción climática previos a 2020, cuando se espera que entre en vigor el acuerdo climático de París.
La forma en que el acuerdo de París puede convertirse en un instrumento realmente eficaz de lucha contra el cambio climático es, para estos países, "siendo jurídicamente vinculante" para todas las partes, aunque con "responsabilidades comunes pero diferenciadas" para los Estados.
Las naciones de la Celac insisten en que la "diferenciación" entre países ricos y pobres a la hora de asumir compromisos esté presente en todo el acuerdo.
En este momento, cuatro altos representantes de América Latina forman parte del Comité de París, creado por la Presidencia francesa de la COP21 para facilitar las negociaciones del acuerdo.
Entre ellos, la embajadora de Venezuela, Claudia Salerno, está liderando la negociación del preámbulo (en sustitución del ministro peruano Manuel Pulgar Vidal, quien ayer tuvo que regresar a su país), y la ministra de Medio Ambiente de Brasil, Izabella Teixeira, está facilitando el debate en torno a la diferenciación.
Además, los ministros de Medio Ambiente de Bolivia y Ecuador, René Orellana y Daniel Vicente Ortega, respectivamente, forman parte de ese Comité de París de altos representantes "facilitadores" del acuerdo.
Al margen de la Celac, los países de América Latina y el Caribe negocian en la COP21 en dos grupos diferentes, la alianza Alba (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) y el grupo de los ocho Estados más ambiciosos en materia climática de la región, llamado Ailac (Asociación Independiente de Latinoamérica y Caribe).
Del grupo Alba forman parte principalmente Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador y Cuba.
Mientras, la Ailac integra a Chile, Panamá, Colombia, Perú, Costa Rica, Guatemala, Paraguay y Honduras, países que luchan por que el acuerdo de París incluya un reconocimiento al más ambicioso objetivo de evitar que el aumento de temperatura no supere el 1,5 grados, así como un mecanismo de revisión de los compromisos climáticos "absolutamente transparente".
Brasil y México negocian de manera independiente y, en el caso de este último, es uno de los países del continente que más está destacando por buscar un acuerdo ambicioso en París.
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