El presidente de Enagás, Antonio Llardén, ha reconocido este miércoles que en su reciente ronda de encuentros con inversores internacionales ha visto "menos preocupación" sobre la situación política en España de la que pensaba encontrar.
En un encuentro empresarial organizado por CEOE y CEPYME, Llardén ha apuntado que los inversores entienden que los resultados de las elecciones, sin una mayoría clara para ningún partido, pueden conducir a "gobiernos de coalición, a ciertas complejidades" pero que incluso algún inversor del mundo anglosajón ve que en esa necesidad de pactos una eventual ventaja para hacer las cosas mejor.
"He visto menos preocupación (sobre España) de la que yo pensaba que iba a encontrar", ha señalado el presidente del gestor del sistema gasista española, que ha señalado que la preocupación entre el mundo inversor está en el complejo entorno global marcado por la marcha de China, la caída precio del petróleo o el "Brexit".
"Se ven rodeados de niebla", ha apuntado Llardén, quien ha repasado ante los empresarios la coyuntura energética actual y el papel del gas y España ante los retos medioambientales.
Llardén ha comenzado subrayando la importancia de la eficiencia energética como clave para la competitividad económica y de contar con marcos estables en un sector tan intensivo en capital y con proyectos a muy largo plazo.
El directivo también ha destacado la necesidad de avanzar hacia un proyecto energético común europeo y ha defendido el papel del gas como "la energía del siglo XXI" que sirva de "puente hacia un mundo con más renovables" que debe luchar de forma conjunta contra el cambio climático.
Y en este futuro más descarbonizado, Llardén ha señalado que ve "difícil" que el petróleo vuelva a los 100 dólares el barril y ha destacado el papel relevante que puede jugar el gas natural licuado (GNL) como sustituto, por ejemplo, del fuel como combustible marino.
En este punto, también ha insistido en la importancia de que la Unión Europea siga avanzando en sus corredores de conexión gasista integrando a países de fuera claves para el sector como Argelia o Arzebayán.
Unas conexiones que permitirían además impulsar el uso de las regasificadoras españolas como almacenamientos de GNL para todo el mundo.
Precisamente, Llardén ha señalado esta posibilidad, junto a sus previsiones de que la demanda de gas crezca entre el 3 % y el 4 % en los próximos cinco años y el nuevo mercado mayorista de gas, como claves para optimizar la red gasista española.
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