El autoconsumo empieza a despegar en España. Tras años de estancamiento, a partir de la publicación de los dos últimos reales decretos sobre esta materia (2018 y 2019), “ha habido un nuevo impulso y, a nivel regulatorio, las facilidades para poner en marcha el autoconsumo se han abierto mucho”, según han coincidido los expertos reunidos en el I Congreso de Autoconsumo organizado por la patronal renovable APPA.
Uno de los grandes incentivos que pueden dar el impulso definitivo es la compensación de los excedentes, que podrían suponer hasta un ahorro del 46% de la factura de la luz, según Jon Macías, director comercial de Nexus Energía. Sin embargo, no es la única opción. El abogado Piet Holtrop, experto en energía y fundador de la firma Holtrop S.L.P. Transaction & Business Law, entiende que “el autoconsumo es una especie de generación distribuida y el autoconsumo y los PPAs tienen un cierto solapamiento”.
Holtrop defiende que “la idea que transmite el sector de que el RD 244/2019 está pensando para que no se sobredimensionen las instalaciones de autoconsumo es errónea. Me llama la atención que se piensa que el consumidor no debe tener la intención de lucrarse pero discrepo. Desde la liberalización del sector, se ha abierto la puerta a tener un incentivo más”, aparte del ahorro o de la conciencia medioambiental.
Por eso, “no hay necesidad de limitar la capacidad de una instalación de autoconsumo”, añade, “de hecho, el artículo 21 de la Directiva de Renovables habla de la posibilidad de una red peer-to-peer“, una red de pares, red entre iguales o P2P, por sus siglas en inglés, “mediante contratos de compra de electricidad renovable”.
El citado artículo dice textualmente que ‘los Estados miembros garantizarán que los autoconsumidores de energías renovables, de manera individual o mediante agregadores, tengan derecho generar energía renovable, incluido para su propio consumo, almacenar y vender su excedente de producción de electricidad renovable, en particular mediante contratos de compra de electricidad renovable, acuerdos comerciales con proveedores de electricidad y entre pares‘.
“Por ejemplo, un colegio que está cerrado durante los dos meses estivales y que dispone de una instalación de autoconsumo podría regalar sus excedentes a la red, pero también podría venderlo a terceros”. Esta fórmula se podría traducir en la firma de un PPA con otros consumidores que pudieran estar físicamente cerca, aunque esto respondería a la figura del autoconsumo compartido, pero también a través de un acuerdo de compra-venta de esa energía con otros consumidores que pudieran estar en cualquier punto de la geografía.
“Serían contratos bilaterales para los consumidores que no tienen capacidad de ser consumidores directos de energía”, continúa el abogado, “hay que romper la idea de la bilateralización tradicional y más en un punto de entrada para los repartos dinámicos. Y aunque pueda tener cierta complejidad, la capacidad técnica existe y la regulación actual lo permite”.
En este caso, reconoce que los excedentes de una instalación de autoconsumo podrían ser más rentables si se venden a terceros que la compensación por su vertido a la red. “Es cierto que para esos kilovatios, el autoconsumidor tendría que darse de alta como productor y tendría que pagar los impuestos y peajes correspondientes, algo que no ocurre en la compensación de los excedentes tal y como señala el RD 244/2019, pero también podría ofertar a un precio mucho más competitivo que los que se casan en el mercado mayorista, por lo que el interés entre las partes podría ser mucho mayor al conseguir precios mucho más bajos”.
Y Holtrop no solo se refiere a pequeñas instalaciones domésticas. “Si todos los edificios de Barcelona se cubrieran de paneles solares, podría obtener el 50% de la energía necesaria para toda la ciudad, pero ¿por qué no hacer un peer to peer con instalaciones que se encuentren fuera de la ciudad? Con la directiva de renovables y la legislación española se abre un gran abanico de posibilidades”, concluye.
2 comentarios
Ciertamente, la Naturaleza nos lo da todo y a todos por igual, también la energía. Solo tenemos que aprender a recogerla y sobre todo a compartirla.
La unión hace la fuerza.