El movimiento de protesta contra el alza de los precios en Francia, en particular de los carburantes, conocido como los “chalecos amarillos”, convocó hoy una nueva manifestación para el próximo sábado, tras los disturbios que se produjeron en la marcha de ayer en los Campos Elíseos de París.
A través de las redes sociales, el heterogéneo colectivo llamó de nuevo a los descontentos a tomar la célebre avenida parisiense para pedir la dimisión del presidente, Emmanuel Macron, a quien consideran responsable de la nueva tasa ecológica sobre los carburantes que inició el movimiento.
Será el tercer sábado consecutivo de una protesta que comenzó el pasado día 18 con bloqueos de carreteras y centros logísticos por todo el país, que se prolongó con menor intensidad a lo largo de la semana y que ayer desembocó en actos violentos en la capital.
Unas 8.000 personas invadieron los Campos Elíseos pese a la prohibición expresa de manifestar en ese punto de la ciudad, lo que provocó enfrentamientos con las fuerzas del orden, que la desalojaron con gases lacrimógenos y cañones de agua.
Algo más de 40 personas fueron arrestadas en París, 130 en todo el país, donde en total los “chalecos amarillos” hicieron más de 1.600 acciones de bloqueo y concentraron a 106.000 personas, según los datos del Ministerio del Interior.
Los “chalecos amarillos”, que carecen de una estructura estable, no ofrecieron cifras alternativas.
El ministro del Interior, Christophe Castaner, culpó de los actos violentos a grupos de ultraderecha alentados por la líder Marine Le Pen, que la víspera había alentado a saltarse la prohibición de manifestarse en los Campos Elíseos.
En paralelo, Macron prepara una respuesta política a las reivindicaciones de los manifestantes no violentos y, según publica hoy el semanario Le Journal du Dimanche, creará un alto consejo para el clima, en el que incluirá las diferentes medidas ecológicas y las ayudas para los hogares más modestos.
El Gobierno inscribe la subida de los carburantes dentro del intento de reducir el consumo de combustibles fósiles, en el marco de su plan de transición energética destinada a reducir las emisiones contaminantes.
En ese contexto, el alto consejo por el clima estará compuesto de expertos como la negociadora francesa de la COP21 Laurence Tubiana, el presidente de WWF Francia, Pascal Canfin, o personalidades del Grupo de Expertos Intergubernamental de la ONU (GIEC).
Su labor será supervisar las medidas del Ejecutivo en materia ecológica y, también, adoptar medidas de ayuda para los afectados por las mismas.
De esa manera, pretende responder a las reivindicaciones de los “chalecos amarillos”, cuyos representantes, al igual que los sindicales y de otros colectivos, serán llamados a negociación, según el semanario.
Además del anuncio de ese consejo, Macron deberá el martes marcar las líneas generales de la política energética de Francia, lo que puede incluir el cierre de centrales nucleares y una decidida apuesta por las renovables.