El gas en España está muy caro, lo que está minando la competitividad de la industria española respecto al resto de Europa, según ha informado GasIndustrial, la patronal de los consumidores industriales, en su I Asamblea Anual celebrada en Madrid.
"Los altos costes de peaje, entre dos y cuatro veces más altos que en otros países al norte de los Pirineos, gravan la competitividad de la industria española", ha explicado Juan Vila, presidente de la asociación, "por eso pediremos al nuevo Gobierno que revise los impuestos, que la voz del industrial debe estar en el planning de las infraestructuras futuras, y que el futuro Gobierno de la mano de la Unión Europea deberá abrir la puerta a las interconexiones con el resto del continente, además de buscar fórmulas para rebajar los costes de los peajes".
No les falta razón. Según Eloy Álvarez Pelegry, director de la Cátedra de Energía de Orkestra, Instituto Vasco de Competitividad, "los precios de la energía en la industria española (gas, electricidad y otros) han subido un 18% respecto a lo que han subido el precio de los productos finales, mientras en que otros países, como Alemania esa diferencia ha sido solo del 4%".
Los altos costes de peaje se debe a las infraestructuras que se han construido en los últimos años. "En España hemos creado gaseoductos para una demanda de 60 bcm y solo consumimos 28 bcm, entre otras razones porque no se contó con la opinión de la industria, porque no se esperaba la crisis y porque se diseñó un futuro muy optimista", explica Luis del Barrio, Lead Knowledge Analyst de Boston Consulting Group, "por eso cuando hablan de construir más infraestructuras, como el MIDCAT, habría que echar números, porque sale más barato llevar el gas en barcos que el gasto que supone la construcción del MIDCAT hacia Francia".
Según del Barrio, la infraestructura del MIDCAT no interesa a nadie. El coste de la infraestructura encarecería mucho el producto a vender en Europa, con lo que podrían subir más los peajes que ya se pagan, y "¿hasta qué punto tenemos que desarrollar más ATR cuando se puede transportar por barco? Habría que reflexionar sobre ello, porque ni a Francia le interesa esta infraestructura por una cuestión de números". Además, "la demanda de gas en Europa no repunta y lo peor es que el PIB de los países europeos no va a tener un crecimiento elevado en los próximos años, por lo que los números no salen".
Mientras tanto, después de un año, el mercado español de gas, el MIBGAS, no termina de despegar. "Partimos de un país que con 28 bcm no es ni el 1% de lo que se comercia en EEUU, por eso no sé si podemos hablar de un mercado en sí", añade el experto, "aunque a pesar de las diferencias en volumen y liquidez de los diferentes mercados europeos, los precios convergen", con lo que "hay que tener un ojo puesto en el precio de Europa, porque a poco que haya más liquidez en MIBGAS los precios convergerán".
En definitiva, la situación para la industria del gas es la de un aumento del gasto en electricidad y gas, que provoca una desventaja comparativa en costes por el aumento del precio de la energía, que no ha podido trasladarse al precio de venta del producto.
Esta situación solo se podría solucionar, según el director de la Cátedra de Energía de Orkestra, en mejorar la productividad, la innovación y cambiar el tamaño de la industria en España, además de mejorar el ratio de exportación sobre ventas respecto al ratio de gastos de energía/explotación.
Los costes de energía importan y el esfuerzo por reducirlas es positivo tanto para las ventajas comparativas como para las competitivas, y sin embargo, a pesar de las dificultades, la industria española puede seguir compitiendo entre otros gracias a su búsqueda permanente por la eficiencia.
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