El coste de la electricidad de la próxima tanda de parques eólicos terrestres en Alemania ha caído un 25% en la subasta del gobierno para los contratos de compra de energía ejecutados por el regulador Bnetza.
Las ofertas dominadas por grupos de ciudadanos ganaron alrededor de 1 gigavatio de capacidad a un precio promedio de 4,28 céntimos de euro por kilovatio-hora, según ha informado la agencia con sede en Bonn.
El precio supone una reducción media importante sobre los 5,71 céntimos KWh sobre la primera subasta celebrada en mayo y muy inferior al promedio de 5,70 céntimos KWh estimado por Bloomberg New Energy Finance para los precios vigentes en toda la región.
El resultado confirma que los parques eólicos que se construirán en la próxima década están entre las formas más baratas de electricidad, rivalizando con los combustibles fósiles como el carbón y el gas natural (ver gráfico).
Mientras que el gobierno alemán elogió la caída de los costes de la eólica terrestre como prueba de que las subastas están logrando reducir el coste de la energía limpia, tanto el volumen de licitación como las normas de la subasta están levantando quejas por parte de los críticos.
Alrededor de 5,6 gigavatios de eólica terrestre se van a adjudicar entre 2017 y 2018, a razón de 2,8 GW al año, un volumen sensiblemente superior al de las licitaciones para capacidad en eólica marina, energía solar, biomasa o ciclos combinados de gas.
Los diputados del Partido Demócrata Cristiano de la canciller Angela Merkel señalaron que prevén un recorte de las subastas de eólica terrestre después de las elecciones.
Los fabricantes de turbinas, incluida Nordex, dicen que las reglas de la subasta están sesgadamente inclinadas a favor de los grupos de ciudadanos, lo que significa que los proyectos nunca llegarán a construirse, evitando de esa manera las ventas de los proveedores de eólica.