Política energética

Maite Costa: "Se debe encontrar un equilibrio entre la sostenibilidad ambiental y la económica"

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Maite Costa. FOTOS: Daniel Santamaría.

La sostenibilidad energética es fundamental para el desarrollo de una sociedad. Cada vez tiene un mayor protagonismo tanto en las decisiones empresariales como de los consumidores. Todos quieren ser sostenibles. La Fundación para la Sostenibilidad Energética y Ambiental (Funseam) nació en 2011 con el objetivo de desarrollar políticas de sostenibilidad energética y ambiental en cualquier ámbito.

La Fundación, se erige como un centro de referencia líder en el debate energético y en la generación de opinión en la sociedad, y se configura como un foro de discusión y un centro de análisis y divulgación de los resultados de la investigación académica llevada a cabo por la Cátedra de Sostenibilidad Energética de la Universitat de Barcelona, que dirige la doctora María Teresa Costa Campí, expresidenta de la CNE.

Hoy y mañana la Funseam celebra el IV Simposio Empresarial Internacional en el que se darán cita las principales empresas de España y Latinoamérica para debatir sobre los retos del sector energético a 2030. El Periódico de la Energía ha podido entrevistar a la doctora Costa de cara a este evento, que se ha convertido en uno de los foros de energía más importantes del país.

Pregunta: Doctora, ¿es el momento de que España inicie la transición energética?

Respuesta: Desde el momento en que se empezó a regular con profundidad para promocionar de las Energías Renovables ya se puede dar por iniciado el proceso de transición energética. Prueba de ello, es el actual mix energético que cuenta con una elevada presencia de fuentes renovables y de bajas emisiones. Además se puede añadir como pasos dados hacia la transición energética la regulación en Eficiencia Energética y la autorregulación que muchas compañías del sector energético han introducido en los últimos años en cuestiones medioambientales.

¿Cómo debería ser esa transición energética?

La transición energética se lleva a cabo a través de la introducción de regulaciones que permitan alcanzar el cumplimiento de los objetivos 2030 de la UE y el acuerdo de la COP21 de Paris. Esto se traduce en una regulación que favorezca la reducción de las emisiones de CO2 a la atmosfera. Además se espera que afecte de forma equilibrada a los distintos sectores (generación eléctrica, pero también transporte, hogares, sector público, servicios, agricultura). Por otro lado, se deben aplicar aquellas medidas que resulten más eficientes para la reducción de las emisiones en relación al esfuerzo en términos de bienestar y monetarios.

¿Qué papel va a jugar la sostenibilidad, tanto medioambiental como económica?

La sostenibilidad es el objetivo último detrás de este proceso de transición energética. Se ha evidenciado que existe cierto conflicto entre la sostenibilidad medioambiental y la económica. La transición energética requiere de elevados volúmenes de inversión y ante la falta de señales de precios convincentes actúa el sector público proveyendo parte o la totalidad de esos fondos ya sea a través de garantías, ayudas u otros mecanismos lo cual puede provocar tensiones sobre la sostenibilidad económica del proceso. Se debe, por tanto, encontrar un equilibrio entre la sostenibilidad ambiental y la económica que permita maximizar la consecución de los objetivos fijados a nivel Europeo y global.

"Se pueden racionalizar los componentes que se cubren con la parte de la factura que corresponde a la tarifa eléctrica"

¿Está la sociedad española preparada para un cambio como éste?

Por supuesto. La transición energética se trata de un proceso gradual, que como comentaba en la primera respuesta, ya ha arrancado y avanza tanto en términos de aceptación social como de desarrollo tecnológico necesario. No se trata, por tanto, de un cambio brusco o disruptivo que requiera una preparación especial por parte de la sociedad. Sino que al ser progresivo, los ciudadanos de forma individual y la sociedad en su conjunto, tienen el tiempo para irse adaptando a las nuevas demandas que el proceso traiga consigo.

¿Y las empresas españolas?

Las compañías han demostrado estar más que preparadas para afrontar este reto. Hace tiempo que se enfrentan al mismo con un éxito significativo tanto desde el lado de la oferta como de la demanda. Por poner un ejemplo del propio sector energético, las compañías se han sabido adaptar a la perfección a los objetivos de reducción de emisiones demostrando que no solo a través de las renovables se puede alcanzar las metas fijadas. El cambió en el mix energético de combustibles más contaminantes hacia otros menos emisores, la mejora de la eficiencia de las plantas térmicas, el desarrollo de tecnologías de captura y almacenamiento de CO2, o de forma más reciente, la aplicación industrial de este CO2 capturado son ejemplos de la preparación de las compañías para afrontar la transición energética.

La doctora Maite Costa, el ministro Soria y Antonio Llardén en la inauguración del Simposio del año pasado. FOTO: Jordi Elíes.

Los consumidores, ¿van a ganar protagonismo?

Se espera que el rol del consumidor sea clave en un futuro con un sector energético de 0 emisiones a través de lo que se denomina “Respuesta de la Demanda”. Los consumidores que hasta hoy han sido agentes pasivos en el sector energético verán como sus posibilidades se multiplican. En primer lugar, algo de lo que ya pueden disfrutar es de una facturación horaria que les permite tomar decisiones de consumo en base a señales de precios, es decir, consumir cuando es más barato, con la ayuda que esto representa para el sistema y para el medio ambiente. La participación del consumidor también se puede dar por el lado de la oferta, ofreciendo reducciones de consumo en momentos de punta o de desvíos que provocan necesidades de generación adicional, como si se tratara de una tecnología de generación más.

¿Qué falla en el sistema eléctrico español para tener uno de los recibos más caros de Europa? Subvenciones, etc

Existe un problema en el diseño de la tarifa eléctrica que provoca que el componente fijo de la factura sea muy elevado. Esto viene causado por la incorporación de determinados costes a cubrir con la tarifa eléctrica que no responden de forma directa al servició eléctrico y que han provocado la necesidad de incrementar el termino fijo para poder hacerles frente. A su vez, la caída de la demanda eléctrica (reducción de ingresos tarifarios) en un escenario de inversiones a largo plazo ya realizadas a remunerar por parte de la tarifa (incremento de los gastos a cubrir) ha contribuido también a este aumento del termino fijo.

"La sostenibilidad es el objetivo último detrás de este proceso de transición energética"

¿Qué se puede cambiar? ¿Por qué cree que no se han llevado a cabo hasta ahora esos cambios?

Se pueden racionalizar los componentes que se cubren con la parte de la factura que corresponde a la tarifa eléctrica (o termino fijo). Trasladando por ejemplo costes correspondientes a la política medioambiental fuera de la tarifa eléctrica. Entiendo que no se ha hecho nada al respecto en los últimos años por falta de voluntad política.

¿En qué se puede beneficiar España de la creación de un Mercado Único de la Energía?

La creación del mercado único de la energía en Europa puede reportar diversos beneficios a España. En primer lugar, España dejará de ser una isla energética al reforzarse las interconexiones con el resto del continente a través de Francia. Este mayor nivel de interconexión debería permitir armonizar los precios de la electricidad en Europa a la vez que reducirlos. Por otro lado, se espera que aporte mejoras en la reducción de emisiones dado que se podrá aprovechar mejor la generación renovable no gestionable consiguiendo una mayor participación para cubrir la demanda de estas tecnologías a nivel europeo, reduciendo de esta forma las emisiones. Por último, España se puede beneficiar de ser un punto de subministro de gas al resto de Europa. Dada la diversidad de fuentes de abastecimiento de las que disfruta y la capacidad de almacenamiento que posee el país puede diversificar la oferta en el continente para reducir la dependencia del gas ruso.

¿Confía en que se cumplan los objetivos del acuerdo de París? ¿Qué se debería impulsar para conseguirlos?

Sí, soy optimista en cuanto al cumplimiento de lo acordado en París. Para que ello se produzca será clave la predisposición de los países para incorporar en sus regulaciones nacionales las medidas necesarias para conseguir reducciones de las emisiones. La supervisión del cumplimiento del acuerdo a través de la celebración de nuevas reuniones donde se evalúen los resultados es una garantía que aporta mayor confianza a que se alcancen los objetivos recogidos en el mismo.

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