Ya escribíamos hace meses que a la central nuclear de Vandellós le había mirado un tuerto. Las incidencias, sin gravedad alguna todas, se sucedían. Y ahora cuando le tocaba arrancar con todo ya preparado, un nuevo suceso ha vuelto a retrasar su regreso a la operación. Pero, lo del tuerto se está comenzando a quedar corto y ya se trata de un caso digno de fenómenos paranormales, como si le hubiesen echado mal de ojo.
Vandellós no tiene suerte. Porque no se encuentra explicación a los continuos retrasos en el regreso. Endesa, en su archivo de disponibilidad ha retrasado la vuelta una cinco veces en otros tantos días. La palma se la ha llevado lo sucedido este viernes 13. Maldita sea.
A las 08.30 horas decía que volvía a operar el lunes 16, a las 11 de la mañana también decía que el lunes y finalmente lo retrasa hasta el día 21, dentro de una semana. Pero es que durante los últimos siete días lo ha ido retrasando prácticamente cada 24 horas. Y todo ello sin dar una explicación.
Lo único que ha informado ANAV es el suceso que se produjo el pasado 2 y que fueron incapaces de arreglar y por tanto le comunicaron el fallo al CSN. Decía lo siguiente el suceso:
“Notificado al CSN que el pasado 02/07/18 se produjo la apertura de la válvula de seguridad de aspiración del sistema de extracción de calor residual durante un transitorio de presión. Después de aplicar, el día 06/07/18, el procedimiento de comprobación y ajuste de la presión de tarado y prueba de fugas de válvulas de seguridad, se constató que la válvula no había abierto dentro del rango admisible de presión, incumpliendo con ello las bases de diseño del sistema. El resto de sistemas de la planta han funcionado en todo momento en la forma prevista en su diseño. Este hecho no ha supuesto ningún riesgo para las personas o el Medio Ambiente”.
Esto lo hizo público el CSN el día 7, hace una semana. Pues sigue sin arreglarse, y de momento seguirá otra semana parada. Va camino de los cinco meses. Y entre medias, dos goteos, un incendio y este problema de presión. Cuatro incidencias consecutivos, sin problemas de seguridad, pero que dejan en muy mal lugar a la central, y de paso a la industria nuclear justo en momentos decisivos para el sector.
Por un lado, el CSN afronta una remodelación de su cúpula, y por otro, el próximo año el Gobierno tiene que tomar una decisión sobre Almaraz. Si las empresas piden renovar la licencia o no y si el CSN da el visto bueno a ello. Todo indica, según la propia Teresa Ribera, que será la punta de lanza del apagón nuclear en España.
A ello hay que sumar la presión por parte de ONGs y el gobierno de Cataluña que quieren dar la puntilla a las centrales nucleares.
A Vandellós le han echado mal de ojo, y justo en el peor momento, si lo que se pretende es continuar operando. Ya de paso, a ANAV, es decir, Endesa e Iberdrola, debería haber sido más transparentes en este asunto. Sí ha informado las incidencias, pero de los continuos retrasos y sus causas no. El mercado, quiere saber qué pasa con la central. Por qué no arranca y por qué sufre tanto retraso. La transparencia es fundamental en estos momentos, y a ANAV parece haberse olvidado de ello.
3 comentarios
Yo no estoy nada de acuerdo en que esto deje muy mal a la Energía Nuclear, esto simplemente demuestra que la Generación Nuclear de energía tiene unos controles super estrictos y que en España, nuestras centrales nucleares son muy seguras y no arrancan si no están al 100% seguras.
Obviamente esto no pasa en otros sectores, pero para mi, noticias como esta me demuestra que tenemos un sistema muy seguro de seguridad.
Nada, con achaques hasta los 60 años… esa es la “transición despacio pero segura” que le gusta al PP y al autor del artículo.
La solución definitiva es su sustitución por esos otros sistemas de generación de electricidad sin emisiones, propuestos por los tecnologos y que ya deben de conocer.