El astillero público de Navantia en Puerto Real (Cádiz) ha entregado hoy a Iberdrola la subestación eléctrica "Andalucía", que será el "corazón energético" del parque eólico Wikinger que la eléctrica española está desarrollando en aguas alemanas del mar Báltico.
Al acto de entrega han asistido la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que ha ejercido de madrina del proyecto; el comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete; el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán; y el presidente de Navantia, José Manuel Revuelta.
La subestación "Andalucía", valorada en 70 millones de euros y que durante este mes será trasladada a Alemania, es una infraestructura de unas 8.500 toneladas -más pesada que la Torre Eiffel y la Estatua de la Libertad juntas- que recogerá la energía producida por los aerogeneradores y la preparará para enviarla a tierra.
En su intervención, Susana Díaz ha agradecido a Iberdrola su confianza en los astilleros gaditanos y ha explicado que en este proyecto confluyen dos aspectos "fundamentales" para el Gobierno andaluz: "la demostración de la capacidad para innovar de la industria naval gaditana y la apuesta por las energías renovables, las energías limpias, y especialmente la energía eólica, que es parte del futuro de Andalucía".
Sánchez Galán ha destacado, por su parte, el "efecto tractor" que ejerce Iberdrola sobre las empresas españolas a través de esta iniciativa renovable y ha destacado "el protagonismo de la industria española en este proyecto".
Ha recordado que la ejecución del contrato ha dado trabajo a cientos de personas y en él han participado más de 120 empresas de la zona de Cádiz como suministradoras y ha explicado que se decidió bautizar a la subestación con el nombre de "Andalucía" por "la capacidad de los andaluces de innovar".
El presidente de Iberdrola ha señalado que este proyecto "es un ejemplo, en unos momentos en los que tantos hablan de separar, de cómo uniéndonos todos se ha conseguido que un proyecto haya salido adelante".
"Nuestra expansión internacional está sirviendo de motor económico para España, y está sirviendo para la creación de empleo por parte también de muchas empresas auxiliares", ha afirmado Sánchez Galán.
José Manuel Revuelta ha apuntado que este contrato "posiciona a Navantia como constructor de referencia de estructuras 'offshore' para campos eólicos marinos, sector en auge en Europa" y permite a la compañía "diversificar su oferta y proporcionar carga de trabajo en un sector complementario al sector naval".
Ha señalado que las estructuras del parque Wikinger son "espectaculares" y realizadas en unas condiciones de "máxima competitividad internacional", que han exigido a Navantia "dar lo mejor".
Para Revuelta, "Navantia es una empresa estratégica que tiene futuro, pero que tiene que ser competitiva por ser pública y para sobrevivir en el futuro".
El parque eólico marino de Wikinger, con una inversión de 1.400 millones de euros, contará con una capacidad instalada de 350 megavatios (MW), gracias a la instalación de 70 aerogeneradores de 5 MW de capacidad unitaria en un emplazamiento que cubre un área de unos 34 kilómetros cuadrados.
Está siendo desarrollado por Iberdrola en el mar Báltico, donde la profundidad oscila entre 37 y 43 metros y su entrada en operación está prevista para finales del próximo año.
La planta Wikinger generará energía suficiente para atender las necesidades de 350.000 hogares alemanes y evitar la emisión a la atmósfera de casi 600.000 toneladas de CO2 al año.
Se trata de una gran obra de ingeniería diseñada por Iberdrola para resistir las condiciones climatológicas extremas que tendrá que soportar y está formada por dos secciones, o superestructuras, que serán utilizadas por Iberdrola y 50Hertz, operador del sistema eléctrico en esa parte de Alemania.
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