El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha destacado la importancia de la bioeconomía circular para conseguir una producción agroalimentaria más eficiente, competitiva y sostenible. Además, ha destacado el papel relevante para incentivar el progreso y crecimiento de las zonas rurales.
Luis Planas ha participado en la edición número 17 de la Conferencia de Ministros del Foro Global de Alimentación y Agricultura 2025 en Berlín, junto a otros 70 ministros y altos cargos, según un comunicado del ministerio, en el que se indica que al final de la sesión los mandatarios han adoptado una declaración conjunta sobre el uso de la bioeconomía en el sector.
Entre los principales desafíos están cómo producir y utilizar la biomasa de forma sostenible para garantizar la seguridad alimentaria mundial, reforzar la innovación y la comunicación y crear condiciones marco justas desde el punto de vista social, ecológico y económico.
Durante la sesión, Planas ha relatado los esfuerzos que realiza España para reforzar la innovación en bioeconomía y ha puesto de ejemplo los incentivos económicos, la aprobación de normativa adecuada y la colaboración entre agentes del conocimiento, empresas y productores.
En concreto, Planas ha detallado el uso de biocombustibles y de bioenergía, que permite reducir el consumo de combustibles fósiles; la digitalización y robotización de las explotaciones y de la industria agroalimentaria; el empleo de fertilizantes orgánicos avanzados y bioestimulantes; la utilización de aguas regeneradas en la producción agroalimentaria o el desarrollo de productos de biotecnología para su aplicación tanto en la industria como en el campo.
El ministro ha mencionado los más de 700 proyectos de innovación en el sector agroalimentario impulsados en España y ha anunciado, además, que en 2025 el Gobierno realizará una convocatoria de más de 46 millones de euros para financiar la ejecución de proyectos innovadores en este ámbito.
Una economía eficiente y sostenible
Como buen ejemplo de bioeconomía circular, el ministro ha destacado la apuesta de España para emplear fuentes de agua no convencionales. "Una gran contribución, quizás menos conocida a la bioeconomía, es el regadío sostenible. La modernización del regadío significa una mejor utilización del agua con aguas reutilizadas, aguas depuradas o bien procedentes de la desalación" ha apuntado.
Ha recordado que el Gobierno está inmerso en el mayor plan de apoyo a los regadíos sostenibles realizado en España, con una inversión superior a los 2.400 millones de euros hasta el año 2027 que va a permitir modernizar más de 700.000 hectáreas.
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