Repsol ha decidido provisionar un total de 837 millones de euros, con cargo a los resultados de 2019, tras recibir un laudo arbitral parcial en contra en su litigio con Sinopec por la participación de la petrolera estatal china en Tseuk, sociedad que opera en Reino Unido.
Según informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), "aunque no se conoce con certeza la cuantía de la posible indemnización, en caso de haberla, dado que el litigio tiene todavía un largo recorrido y numerosas decisiones pendientes", a la vista del laudo parcial, Repsol, "prudentemente" ha dotado esta provisión.
Asimismo, el grupo presidido por Antonio Brufau señala que está analizando "las distintas actuaciones que caben frente a este laudo parcial" y prevé su impugnación ante los tribunales de Singapur.
En mayo de 2016, Sinopec y su participada Addax formalizaron una demanda arbitral contra Talisman, la petrolera adquirida por Repsol en 2015, en la que reclamaban un total de 5.500 millones de dólares (unos 5.075 millones de euros), que era el importe comprometido en su inversión en la sociedad conjunta Tseuk, que opera en Reino Unido, en una operación que tuvo lugar en 2012, antes de que la compañía española se hiciera con la canadiense en 2015.
En concreto, la compañía china reclamaba en su demanda el abono del importe de su inversión inicial en Tseuk, materializada en 2012 mediante la compra del 49% de ésta a Talisman, junto con los incrementos de inversión posteriores, realizados o por realizar en el futuro, así como las pérdidas de oportunidad que pudieran haberse producido.
Este laudo parcial aborda una de las cinco reclamaciones en cuanto a la responsabilidad y el tribunal ha indicado que decidirá el resultado de las restantes "a su debido tiempo, mediante ulteriores laudos, aunque actualmente se desconoce el momento en el que estos se emitirán", afirma Repsol.
El grupo subraya que, en principio, una vez que se hayan decidido todas ellas, será necesaria una nueva fase procedimental para determinar las cuantías, "cuyo cronograma aún no se ha establecido".
Por ello, considera que es probable que este calendario deba incluir plazos para nuevos escritos de alegaciones, aportación de pruebas, declaraciones de expertos adicionales y una nueva audiencia oral, por lo que señala que se estima que la fase relativa a la determinación de la cuantía, sin tener en consideración eventuales impugnaciones de los laudos, no se resolverá antes del primer trimestre de 2022.
FRENTES ABIERTOS ENTRE AMBOS.
Este laudo fallado ahora es uno más de los frentes abiertos entre Repsol y Sinopec, socios en Brasil en una de las mayores compañías energéticas de Latinoamérica.
Así, en noviembre de 2017, la energética dirigida por Josu Jon Imaz ya comenzó otro arbitraje contra China Petroleum Corporation y TipTop Luxembourg en el que reclamaba una indemnización por los perjuicios que pueda sufrir como consecuencia de cualquier decisión adversa en el arbitraje, junto con otros daños aún no cuantificados. Este procedimiento se fundamenta en la conducta de estas compañías frente a Repsol durante los meses previos conducentes a la adquisición del Grupo Talismán.
Asimismo, en relación con el procedimiento iniciado por Addax y Sinopec, el tribunal arbitral emitió en 2017 un primer laudo parcial rechazando las reclamaciones de la china basadas en el incumplimiento de las garantías contractuales.
Igualmente, decidió, entre otras cuestiones procedimentales, la bifurcación del procedimiento en dos fases: en la primera resolvería sobre responsabilidad y en la segunda, sobre la cuantía de las responsabilidades que, en su caso, se hubieran determinado.
Así, este segundo laudo parcial, resuelto en contra de Repsol, pertenece a una de las cinco cuestiones de la fase de responsabilidad y, aunque el grupo español había considerado -apoyándose en el asesoramiento externo que se le había proporcionado- y "continúa considerando que las correspondientes reclamaciones carecen de fundamento", el tribunal ha decidido su responsabilidad ante Sinopec y Addax.
Repsol siempre ha defendido que esta demanda arbitral era "infundada" y no reflejaba "la actitud leal" que se debía esperar de un socio que, casi tres años después de invertir en Tseuk, con participación plena en su gestión y aprobando todas las decisiones que se tomaban en el seno de la sociedad participada, sin haber manifestado queja o preocupación, inició una vía legal para pretender obtener una ventaja ilegítima en interés propio.
Repsol cerró en mayo de 2015 la compra de la petrolera canadiense Talisman Energy por unos 10.400 millones de euros, deuda incluida, casi cinco meses después de su anuncio en diciembre de 2014.
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