Repsol ha colocado 500 millones de euros en deuda con vencimiento a 12 años. Lo ha hecho con una rentabilidad del 2,278% y 113 puntos básicos sobre el mid swap (referencia para las emisiones de renta fija), frente a los 120 puntos barajados inicialmente.
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La fortaleza de la demanda ha permitido finalmente a Repsol abaratar el coste y financiarse ligeramente más barato que el Tesoro en un plazo similar.
El mercado ha ofrecido su visto bueno a la emisión con una demanda que ha superado los 1.400 millones de euros. Para llevar a cabo la operación, Repsol ha contratado los servicios de BBVA, CaixaBank, Citi, Natixis y UBS.
Con esta operación, Repsol da un nuevo paso en la diversificación de sus fuentes de financiación. A 31 de diciembre, la petrolera era la compañía más avanzada en el proceso de desintermediación bancaria en el que están inmersas las empresas del Ibex. De un pasivo financiero total de 17.644 millones, el 78,3% venía del mercado de bonos.
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