La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha dicho que las empresas con participación en centrales nucleares "han sido responsables en un debate que no era fácil", como el de pactar un calendario para el cierre ordenado del parque nuclear español.
Ribera, tras clausurar la mesa redonda "¿Cómo legislar la transición energética? Modelos y tendencias globales", organizada por el Real Instituto Elcano, ha señalado que en este debate se cruzaban distintas preferencias y distintas prioridades, en función de las diferentes empresas titulares de acciones nucleares y también de los territorios, pues la posición en las distintas zonas de España donde hay centrales era distinta.
Según ha indicado la ministra, está "muy satisfecha" con el calendario nuevo de cierre de las centrales, que el Gobierno ha acordado con sus titulares para un periodo entre 2030 y 2035, en lugar de entre 2024 y 2028, fecha que tenía previsto el PSOE en su programa.
"Hemos hecho cosas que son muy significativas de cara a plantear esa reforma de algo tan importante como es nuestra estructura energética, eso incluye el protagonismo devuelto y, a veces, todavía sin culminar de las energías renovables, la recuperación de la confianza de los inversores y sociedad, pensando que hay un horizonte que se conoce de antemano, cuáles son las impresiones, prioridades y organización de las cosas, la estabilidad de la red, la estabilidad financiera del sistema, y la búsqueda de un calendario anticipado de aquello que sabemos que está llamado a desaparecer", ha relatado.
Ha indicado que "si las empresas titulares de las centrales nucleares tenían que tomar la decisión de seguir operando esas centrales o facilitar un cierre ordenado en el tiempo, era bueno trabajar con suficiente anticipación sobre cuál podía ser ese calendario previsible", así como su incidencia en el conjunto del sistema eléctrico y en la seguridad financiera para acometer el cierre ordenado de centrales.
En este sentido, ha citado las medidas de acompañamiento para el cierre de la minería del carbón, previsto para diciembre de 2018 sin que hubiera propuestas para los trabajadores y las zonas afectadas, así como las dirigidas a paliar los efectos del cierre de centrales térmicas de carbón cuyos propietarios habían decidido no acometer las inversiones necesarias para mantenerlas operativas.
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12/03/2019