La compañía alemana de suministro eléctrico RWE registró un beneficio neto atribuible de 961 millones de euros en el primer trimestre del año, lo que supone una mejora del 55% en comparación con su resultado del mismo periodo de 2018, según informó la empresa.
Los ingresos por operaciones de la 'utility' germana sumaron entre enero y marzo 3.869 millones de euros, un 5% más que en el mismo periodo del ejercicio precedente, mientras que el resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado de la alemana aumentó un 48,%, hasta 824 millones.
Por otro lado, la deuda neta directamente atribuible a RWE ascendía a 4.700 millones de euros al finalizar el primer trimestre del ejercicio, cifra que representa un incremento de 2.400 millones respecto del cierre de 2018.
"Estamos satisfechos con nuestro desempeño en el primer trimestre y confirmamos nuestros objetivos para el ejercicio en curso", declaró Markus Krebber, director financiero de RWE.
"Queremos elevar nuestro dividendo para 2019 hasta 80 céntimos de euro", anunció el directivo, añadiendo que los preparativos para la integración del negocio de renovables están realizando progresos. "La nueva RWE está a la vista", afirmó.
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