La eléctrica alemana RWE obtuvo un beneficio neto de 2.166 millones de euros en el primer trimestre del año, lo que representa una mejora del 117% con respecto al mismo periodo de 2014, informó la compañía, que ha alertado del riesgo potencial que supone la iniciativa del Gobierno de aplicar una tasa adicional a la generación eléctrica convencional.
La venta de Dea, por valor de 5.100 millones de euros, contribuyó a la mejora de los resultados y reducir la deuda neta en el primer trimestre en un 10,6 %, hasta 27.700 millones de euros.
La cifra de negocio de la 'utility' germana alcanzó entre enero y marzo los 14.632 millones de euros, un 2,9% más, tras elevar un 8,7% sus ventas de electricidad y un 2,1% las de gas.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) de RWE experimentó un retroceso del 3,3%, hasta 2.204 millones de euros, mientras que su deuda neta a 31 de marzo había bajado un 10,6% con respecto a finales de 2014, situándose en 27.700 millones.
RWE ha confirmado sus previsiones para el presente ejercicio fiscal, que contemplan alcanzar un Ebitda de entre 6.100 y 6.400 millones de euros, mientras que el beneficio neto recurrente se situará entre 1.100 y 1.300 millones.
Por otro lado, la eléctrica alemana ha advertido del riesgo potencial que representa la iniciativa del Ministerio de Asuntos Económicos y Energía, que pretende gravar con una tasa adicional a las centrales de más de 20 años de antigüedad si sus emisiones exceden ciertos límites.
"Una carga financiera de esta naturaleza tendría un impacto negativo sustancial en las minas de lignito (carbón) de RWE y las centrales eléctricas alimentadas con lignito", explicó la empresa.
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