Hoy, 31 de diciembre, último día de 2019, es el momento de echar un vistazo y hacer un breve repaso sobre lo que ha acontecido en el sector energético a lo largo de estos 365 días. El año que llega a su fin arrancó con el cierre de las minas de carbón no rentables y con el primer Real Decreto del Gobierno (RD 1/2019) para que se devolviera a la CNMC sus funciones sobre electricidad y gas natural, y así evitar una sanción de Bruselas.
https://elperiodicodelaenergia.com/el-gobierno-devuelve-cuatro-anos-despues-sus-funciones-en-materia-energetica-a-la-cnmc-y-evita-la-sancion-de-bruselas/
Probablemente sea esta decisión lo más destacado de este año, los recortes en la retribución a la distribución y transporte tanto del sector del gas natural como eléctrico han hecho correr ríos de tinta, aunque le pisa los talones la presentación del borrador Plan Nacional de Energía y Clima 2021-2030 de la ministra Teresa Ribera, denominado por la Comisión Europea como el más ambicioso de todos los países miembros, y que tendría que haber sido aprobado antes de comenzar el nuevo año.
https://elperiodicodelaenergia.com/bruselas-se-quita-el-sombrero-con-el-plan-energetico-espanol-a-2030/
Bruselas le da casi un sobresaliente en sus objetivos de reducción de emisiones y en su ambición para el desarrollo de las renovables, especialmente eólica y fotovoltaica, pero destaca los planes de España en materia de eficiencia energética, calidad del aire y transición justa:
- Reducción del 21% de las emisiones de gases de efecto invernadero respecto al nivel de 1990. Al finalizar el año 2017, España estaba 18 puntos porcentuales por encima de esa referencia.
- Alcanzar un 42% de energías renovables sobre el uso de energía final. En el caso de la generación eléctrica, el porcentaje de renovables en 2030 será del 74%.
- Mejorar la eficiencia energética del país en un 39,6%.
Esos objetivos fijados en la política energética, las subastas del gobierno anterior y las perspectivas de futuro han dado alas a un sector que estaba paralizado: las renovables. Su meteórico despegue no será suficiente para alcanzar el objetivo del 20% en 2020, tal y como se había acordado en Europa, pero el boom ha sido tan intenso que hay quien ha hablado de burbuja renovable.
La segunda ola de las renovables en España ha supuesto la instalación de nueva potencia a un ritmo que no se veía desde hace más de una década. Tanto es así que, con fecha de octubre pasado y datos de REE, ya se habían instalado más de 2 GW de nueva potencia, concretamente 2.082 MW durante los nueve primeros meses del año.
Gracias a esta nueva potencia, España ha superado por primera vez los 30 GW entre ambas tecnologías. A 30 de septiembre había instalados 24.048 MW de energía eólica mientras que ya tenía conectados 6.255 MW de fotovoltaica.
https://elperiodicodelaenergia.com/espana-lleva-instalados-mas-de-2-gw-de-nuevas-renovables-en-2019-1-541-mw-de-fotovoltaica-y-541-mw-de-eolica/
Junto a las renovables, un nuevo nicho de negocio estaba esperando mejores tiempos para abrirse paso: el autoconsumo. Aunque la ministra Teresa Ribera daba por finalizado el 'impuesto al sol' a finales de 2018, no fue hasta abril que se aprobó el RD 244/2019, por el que se regulaban las condiciones administrativas, técnicas y económicas del autoconsumo de energía eléctrica. En la nueva normativa se incluía una nueva definición de autoconsumo, el compartido, y una nueva modalidad, el autoconsumo con compensación de excedentes a la red.
https://elperiodicodelaenergia.com/la-nueva-norma-de-autoconsumo-explicada-al-detalle/
De las renovables que han vivido su resurrección, pasamos a la nuclear, que ha puesto fecha y calendario a su cierre. Su apagón, que se llevará a cabo entre 2025 y 2036, se ha decidido en los primeros meses de este año, después de largas reuniones entre las tres grandes eléctricas (Iberdrola, Endesa y Naturgy), propietarias de las centrales en España, y el Ministerio de Transición Energética.
https://elperiodicodelaenergia.com/almaraz-piedra-de-toque-del-apagon-nuclear-en-espana/
Un apagón al que hace pocos días se le puso un precio, la tasa Enresa. El Real Decreto fija en 0,798 céntimos de euro por kilovatio hora (kWh), o lo que es lo mismo, 7,98 €/MWh, la tarifa unitaria mediante la que se calcula la prestación patrimonial que los titulares de centrales nucleares abonan a la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA). Esta prestación financia los servicios de gestión de combustible nuclear gastado y de los residuos radiactivos, el desmantelamiento y clausura de las instalaciones, las asignaciones destinadas a los municipios donde se ubican estas centrales de producción o instalaciones de almacenamiento de combustible gastado o de residuos, y los tributos que se devenguen en relación con esta tarea de almacenamiento.
Un año de elecciones
Las tensiones políticas también han marcado el panorama energético español. Las dos elecciones generales (28 de abril y 10 de noviembre), las europeas, autonómicas y locales (26 de mayo) han provocado cierta parálisis normativa. Esto ha afectado sobre todo a la industria electrointensiva, que ha visto como mes a mes se iba retrasando la aprobación de su ansiado Estatuto del Consumidor Electrointensivo mientras, por el otro lado, se reducían sus asignaciones en la última subasta de interrumpibilidad.
https://elperiodicodelaenergia.com/la-gran-industria-electrointesiva-obtiene-solo-438-millones-por-la-interrumpibilidad-cuando-hace-tres-anos-recibia-mas-de-500-millones/
También, entre tantas elecciones, otro de los asuntos que quedó zanjado horas antes de disolverse la Legislatura de la moción de censura, fue el de la polémica renovación del CSN, el Consejo de Seguridad Nuclear. Fue la última batalla antes de las elecciones del 28 de abril. Finalmente, Elvira Romera Gutiérrez, la diputada socialista Pilar Lucio Carrasco, el ecologista Paco Castejón y Josep Mª Serena i Sender, sustituyeron a los anteriores miembros del pleno que habían finalizado sus años de mandato.
https://elperiodicodelaenergia.com/la-ultima-batalla-de-los-grupos-politicos-en-el-congreso-la-renovacion-del-consejo-de-seguridad-nuclear/
No es lo único que ha pasado en 2019. El sector energético español está en plena transformación siempre mirando hacia un objetivo, el de la descarbonización, y la transición energética en el que está inmerso tiene una misión: luchar contra el cambio climático. Precisamente este año será recordado por haberse celebrado en Madrid la Cumbre del Clima, la COP25, después de que Chile rehusara celebrarla por la ola de protestas que se extienden en el país desde hace meses, y del que El Periódico de la Energía hizo un exhaustivo seguimiento.
En definitiva, 2019 se acaba, con sus luces y sus sombras, pero hay que dar la bienvenida a un nuevo año y a una nueva década que promete ser muy activa. Feliz 2020.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios