Hasta aquí hemos llegado, parece que han dicho los responsables de Siemens ante el lento desarrollo de la energía mareomotriz, cuya tecnología sigue resultando cara y poco competitiva respecto al resto de las renovables. Las energías marinas apenas avanzan, y se han quedado muy descolgadas de otras tecnologías, como la eólica a y la fotovoltaica, cuya eficiencia ha avanzado muchísimo a la par que conseguían una reducción espectacular de los costes, que en los últimos cinco años han caído un 50% en el caso de la primera y cerca de un 80% en el de la fotovoltaica. Contra esto resulta muy difícil competir y Siemens ha decicido poner el cartel de en venta su filial de energía mareomotriz Marine Current Turbines (MCT).
El coloso alemán había entrado en el sector con gran entusiasmo al adquirir una participación minoritaria en 2010, momento en el que la compañía con sede en Bristol había puesto en práctica con éxito su primer proyecto, el SeaGen, en Strangford Lough, Irlanda del Norte. Los avances animaron a los responsables de Siemens a aumentar su participación en noviembre de 2011, como paso previo a la adquisición de la participación mayoritaria en febrero de 2012.
"La industria de la energía de las mareas tiene un tamaño crítico pero se desarrollará en un futuro cercano", ha dicho la compañía en un comunicado. "Pero debido a los limitados recursos, apenas acabaría siendo un nicho de mercado para Siemens". El proceso de desinversión del negocio de energía marina probablemente tomará varios meses, de acuerdo con las expectativas de Siemens, y afectará potencialmente a 45 personas que trabajan actualmente en MCT. Siemens ha dicho que ofrecerá "apoyo total" para la redistribución o recolocación de los empleados de MCT, si finalmente la empresa no logra encontrar un comprador.
Siemens venía trabajando en tres nuevos prototipos de su plataforma SeaGen, con el fin de sacar el máximo partido a esta fuente de energía renovable y abaratar los costes que conlleva su explotación. Por un lado, **SeaGen S **que es capaz de producir 2 MW y tiene un diámetro de 20 metros. Este diseño, apto para zonas con una profundidad máxima de 38 metros, distribuye las cargas de una forma más eficiente, por lo que se reduce el desgaste y se aumenta la vida del rotor. Está previsto que este tipo de turbinas se instalen en las islas Skerries, en la costa occidental de Gales.
Asimismo, la compañía está desarrollando el SeaGen F, un modelo alternativo que se instala en una plataforma flotante y que es capaz de generar electricidad sin importar la composición del fondo oceánico. Este tipo de aerogenerador comenzará a utilizarse en la Bahía de Fundy, en Canadá, y abastecerá a 1.800 hogares.
El anuncio de Siemens, como es fácil comprender, ha supuesto un duro golpe para el sector de las energías marinas, sobre todo porque llueve sobre mojado, ya que a principios de esta semana la escocesa Pelamis Wave Power, pionera en la energía de las olas o undimotriz, ha pasado al sector público después de ser incapaz de obtener financiación adicional para el desarrollo de su tecnología. Una pena.
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