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Escribí no hace mucho un hilo en Twitter que voy a reproducir para que ustedes, queridos lectores de El Periódico de la Energía, tengan en cuenta este artículo.

https://twitter.com/rrocasalamero/status/1092737337954582528

En él expongo lo complicado que es hacer política energética en España. Uno ya lleva una década o más escribiendo de energía y es tiempo suficiente para darse cuenta de los vaivenes en esta materia, de los intereses cruzados que hay en el sector, de las diferencias políticas entre partidos, y a todo ello tienes que sumar conseguir el objetivo de tener una energía barata, limpia y segura para todos los consumidores, sobre todo los más vulnerables.

¿Es fácil casar eso? Ya les digo yo que una tarea titánica, muy compleja, pero que se puede hacer. Aunque parezca raro, cambiar de tecnologías lo lleva haciendo el ser humano toda su vida. Primero, el fuego, luego ya más adelante el aceite de ballena, el carbón, el petróleo y el gas y ahora tocan las renovables.

Cambiar todo el paradigma energético lleva mucho tiempo. No se hace en dos días, y a lo mejor tampoco en 30 años, pero el caso es que el ser humano como tal y sobre todo pensando en las generaciones futuras, tiene que coger el toro por los cuernos. Unos dicen que la tecnología, el mercado es el que hará el cambio. Otros piensan que ya llegamos tarde y que hay que darse prisa. El cambio climático está ahí, no sé si de una forma muy virulenta y peligrosa como dicen unos o con un ritmo más pausado como explican otros. No, no voy a negar el cambio climático.

Con un panorama así, doy varias claves en el hilo de Twitter que son, para mí, fundamentales para poder llevar a buen puerto la transición energética. Son dos palabras: SOLIDARIDAD Y VOLUNTAD. Cuando hablo de solidaridad no me refiero a cuidar a los mineros, que también, sino a que todos, partidos políticos, empresas, trabajadores, consumidores, debemos actuar y arrimar el hombro, trabajar en la misma dirección. Si no se hace eso, que a día de hoy no sucede en España, será imposible avanzar en la transición energética.

Y para ello, lo primero que hay que tener es voluntad. "De diálogo, de querer resolver los problemas, de ponerse en la piel del otro, de pensar en global y no solo en tu ombligo...", digo en Twitter. Y créanme, estamos a años luz de que esto suceda. Pero también estoy convencido de que es posible salir adelante y superar este difícil reto.

En España somos muy dados a mirar hacia otro lado cuando las cosas no van con uno mismo, a acusar al de enfrente cuando las cosas van mal, a bajar los brazos a las primeras de cambio, a caer en la misma piedra una y otra vez. Está en nuestro ADN. ¿Es tan difícil ponerse de acuerdo? Hubo en 2018 un acuerdo bastante importante con la Comisión de Expertos en la que participaron todos. Ni caso. Y ya van dos veces. Primero fue el libro blanco del admirado Pérez Arriaga. Y ahora el texto de la Comisión de Expertos.

No nos engañemos. No interesa ponerse de acuerdo. A nadie. Al igual que sucede en otros ámbitos, en la energía instalarse en el guerracivilismo es bueno para casi todos. Menos para el consumidor, que es siempre el que paga. Ya no digo a los vulnerables porque me entran escalofríos, que todavía no haya acuerdo sobre esto y se hagan las cosas tan penosamente mal, da hasta vergüenza.

El caso es que Teresa ribera y su equipo tienen unas ideas y las han querido llevar a la práctica. Es de chapeau, porque así lo creo, el esfuerzo que han realizado todos para tratar de encauzar la transición energética y llevar a cabo la descarbonización de la economía española. Pero hay cosas que a uno le chocan bastante. Es cierto que aún desconocemos la literalidad de la norma, los textos definitivos del PNIEC y de la Estrategia para una Transición Justa, pero de lo que sucedió ayer en el Ministerio con la presentación del paquete de energía y clima surgen muchísimas dudas, que espero se puedan resolver pronto.

Anunció el presidente Sánchez un 42% de renovables para 2030 en la demanda de energía final. Más del doble de lo que estamos en la actualidad. ¿Es posible llevarlo a cabo? ¿Se ha hecho un ejercicio de verdad, estilo Comisión de Expertos, para cuantificarlo todo y cómo se pueden integrar tantas renovables?

Supuestamente ese objetivo se quiere hacer con una fuerte implantación de renovables, con mucha eficiencia energética y con electrificación tanto del transporte como de los usos en la edificación. ¿Cómo se puede consumir menos energía si tenemos que electrificar el transporte y las viviendas? La demanda eléctrica aumentará sí o sí. Otra cosa es que ya no se dependa tanto de los combustibles fósiles y eso sea bueno para la balanza comercial española.

Para lograr un 42% de renovables en 2030 hacen falta millones, muchos millones de coches eléctricos en nuestras ciudades y carreteras. Es decir, que buena parte de España tendría que cambiarse al coche por uno eléctrico. Sé que faltan casi 12 años, pero resulta abrumador y sorprendente el dato del objetivo para 2030. La gente del sector ni se lo cree.

Volvamos a la Comisión de Expertos. En ese informe, dice que el porcentaje de renovables incluso con 5,5 millones de vehículos eléctricos no alcanzaría el 30%. ¿Acaso están equivocados? ¿Va a dar el Gobierno alguna explicación de cómo se pretende electrificar todo esto?

Más datos. Sánchez dijo que esta transición para 2030 necesitará de 237.000 millones de inversión y que se crearán 300.000 puestos de trabajo. Esto significa que se necesitarán 790.000 euros por cada empleo que se genere. ¿No es una barbaridad? ¿En qué se basan? Se necesita más transparencia a la hora de anunciar las cosas. Suena todo a un brindis al sol (uno más).

Aun así, no pierdo la esperanza de que las cosas se puedan hacer mejor. Me falta más diálogo, más consenso, más de todo. No digo que no lo haya habido o que no se haya intentado. Pero no da sus frutos. Hay que ponerse más las pilas, si no, seguiremos a la cola en la transición. Nuestros colegas europeos, de una manera u otra, parecen haber encauzado el asunto y ya llevan años trabajando en ello.

En España no sabemos ni qué tipo de subastas de renovables tenemos y queremos instalar un 70% de renovables en el mix eléctrico. Pero para alcanzar ese 42% de la energía final creo que habría que alcanzar casi el 100%. En fin, luz y taquígrafos por favor. Es necesario.

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Un comentario

  • Dabama

    21/02/2019

    Es bien sencillo. Lo del 42% es como derogar la reforma laboral, la ley mordaza... lo mismo desde el histórico Otan de entrada no.

    El artículo analiza muy bien. Creo que, entre otras consideraciones, se nota mucho que en política (al menos en España) no hay ni una persona que sepa lo que es un W o Wh; "son de letras" y como mucho economistas.

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