La agencia de calificación crediticia S&P Global Ratings ha rebajado a 'BBB+' desde 'A-' la nota de solvencia de Enagás, así como de su filial Enagás Transporte, a las que asigna una perspectiva estable, después de que la compañía haya expresado su intención de adquirir una participación cercana al 30% en el vehículo inversor que controlará el 44% de la energética americana Tallgrass Energy.
En este sentido, la agencia opina que la naturaleza de la transacción refleja una estrategia de inversión más agresiva e imprevisible de lo que había anticipado con anterioridad, ya que S&P había previsto que Enagás diversificaría gradualmente su cartera con activos regulados y de 'midstream' (relativos al transporte, almacenamiento y comercialización al por mayor), mientras que la inversión en Tallgrass es significativa en relación con el tamaño de Enagás.
"En nuestra opinión, aunque esta inversión debilitará el perfil de riesgo del negocio de Enagás, seguimos considerándolo excelente", sostiene la calificadora de riesgos, que pronostica que la ratio de deuda respecto de los fondos de operaciones de la compañía (FFO) bajará al 14% este año desde el 16,5% de 2018.
Enagás ha cerrado un acuerdo con filiales de Blackstone Infrastructure Partners y el fondo soberano de Singapur (GIC) para invertir 590 millones de dólares (más de 524,7 millones de euros) en una participación indirecta del 10,93% en Tallgrass Energy a través del holding que posee el 100% de los derechos políticos, así como el 43,91% de los derechos económicos de la energética americana, en el que la española controlará inicialmente un 24,90% que podría elevar en un 3,52% adicional mediante el pago de otros 83 millones (más de 73,8 millones de euros).
S&P explica que la perspectiva estable del rating de Enagás refleja su opinión de que la ratio FFO ajustada a la deuda de la compañía se restablecerá de manera sostenible por encima del 15% a partir de 2021, añadiendo que la mejoría de los parámetros crediticios en 2021 dependerá de la recuperación del capital invertido en GSP (Gasoducto Sur Peruano) en 2021 y la ausencia de cambios regulatorios adversos en España en el próximo periodo regulatorio que dará comienzo en 2021. "De hecho, 2021 será clave para el rating", añade.
En este sentido, la agencia advierte de que podría plantearse una rebaja de la nota de Enagás si considera que la compañía no será capaz de restaurar su ratio FFO ajustada a la deuda de forma sostenible por encima del 15% en 2021 por demoras en la recuperación de GSP, sobrecostes en proyectos actuales, mayores retornos a los accionistas o una postura favorable a las compras sin medidas compensatorias desde el lado del crédito.
Asimismo, S&P también estudiaría rebajar el rating de Enagás si se produce una presión material sobre la remuneración de sus activos domésticos en el marco de la revisión que se llevará a cabo en 2021, así como si la compañía amplía sus actividades internacionales de más riesgo en el segmento 'midstream', centradas en actividades no reguladas, lo que podría conllevar un modelo operativo de negocio de mayor riesgo.
Por contra, S&P se plantearía una mejora de la nota de solvencia de Enagás si su ratio FFO ajustada a la deuda se consolidase por encima del 18%, algo que la agencia no ve probable en el plazo de los dos próximos años.
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