A partir de esta semana, las empresas del sector fotovoltaico en España deben paralizar la construcción de los nuevos parques. Sin embargo, Jason Steinberg, cofundador de Scanifly, un software basado en drones para la industria solar, propone tres alternativas para que se pueda continuar con la actividad sin necesidad de moverse de casa, especialmente para los negocios que más van a sufrir el desacelerón, el autoconsumo.
El COVID-19 ciertamente provocará que las ventas se desaceleren, especialmente en el mercado residencial, pero los proyectos existentes pueden continuar ya que muchos ingenieros, instaladores y equipos de operaciones pueden trabajar de forma remota.
1. Topografía remota a través de drones y asistencia a propietarios
La topografía solar no tiene que disminuir, si se hace mediante drones, porque esta tecnología permite capturar todas las dimensiones externas y detalles de la zona a instalar en un vuelo de dron de 10 a 15 minutos. Aún así, si bien los drones pueden estudiar el diseño en movimiento, no pueden resolver la zona interna, es decir la infraestructura estructural y eléctrica.
Pero esa parte se puede hacer si el cliente es proactivo. Ya sea con una simple lista de verificación o videoconferencia, se pueden realizar las fotografías de los sistemas internos.
Aún así es muy difícil para un ojo inexperto hacerlo correctamente. Confiar en un propietario para proporcionar imágenes podría retrasar el proceso de desarrollo. Las encuestas realizadas por el propietario de la vivienda también podrían generar problemas invisibles en el sitio, lo que da como resultado órdenes de cambio y alteraciones sobre la marcha durante la instalación. Por eso, Steinberg propone que se trabaje en un cuestionario que sea lo suficientemente válido y comprensible para los clientes, para recabar la información que sea necesaria.
2. Digitalizar para fomentar el trabajo descentralizado
Muchas operaciones de las empresas del sector fotovoltaico todavía dependen del papel y requieren interacción en persona. Sin embargo, el software, específicamente las plataformas de gestión de relaciones con el cliente (CRM), permiten equipos más descentralizados.
Y existen numerosas empresas que trabajan solo en la nube y que ofrecen que se pueda operar en múltiples geografías, industrias y procesos. La inclusión de drones y software centralizado es el núcleo de sus esfuerzos.
Además, también se pueden digitalizar previamente la instalación de autoconsumo para que se pueda ver el resultado final. Los proyectos se pueden diseñar desde cualquier lugar. Mientras tenga el mapa ortomosaico de un vuelo de dron, por ejemplo, se puede utilizar modelos 3D y AutoCAD para hacerlo.
Hay una gran variedad de servicios de consultoría que también se pueden hacer de manera online. De hecho, como el mercado residencial en realidad retrocederá a medida que sus propietarios se enfrenten a sus temores económicos, la digitalización abaratará el coste final del trabajo.
3. Aprovechar la desaceleración para aprender algo nuevo
Muchas empresas del sector solar están aprovechando este parón para reflexionar sobre sus procesos internos, identificar eficiencias de tiempo y costes e invertir en nuevas tecnologías.
Los seminarios online o los webinars comenzarán a proliferar y será el momento de aprovechar no solo para recibir cursos y formación sino incluso para impartirlos. El coronavirus obligará a cambiar el modelo de negocio que se venía haciendo hasta ahora, al menos durante unos cuantos meses, y habrá que evolucionar hacia un modelo de negocio mucho más 'en remoto'.
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