No hay duda de que 2022 han sido 12 meses extremadamente difíciles, pero a medida que el año se acerca a su fin, hay esperanza.
El aumento vertiginoso de los costes de la energía y el impacto de la guerra de Rusia con Ucrania han tenido un impacto perjudicial en la economía mundial, pero también pueden acelerar los cambios necesarios para transformar la forma en que alimentamos el planeta, según “The Silver Linings Playbook“, un nuevo informe de Wood Mackenzie.
El informe ofrece opiniones de todos los sectores de la energía y los recursos naturales sobre cinco acontecimientos clave que, a pesar de los reveses del año pasado, están sentando las bases para el suministro de una energía más fiable, asequible y sostenible.
Ver la luz: los responsables políticos aceptan que el mundo necesita estabilidad energética
Los responsables políticos reconocen por fin que se necesita una amplia gama de tecnologías bajas en carbono, además de las renovables variables, para lograr una profunda descarbonización y mantener al mismo tiempo la seguridad del suministro energético.
Según Prakash Sharma, vicepresidente de Multi-Commodity Research, “estimamos que la cartera de proyectos de hidrógeno y CCUS con bajas emisiones de carbono ha crecido en torno a un 25% en el último año. Unos 30 proyectos han tomado decisiones definitivas de inversión y otros 170 aspiran a hacerlo antes de finales de 2023”.
Por el lado de la demanda, este año se han firmado 30 acuerdos de compra de hidrógeno, ya que los compradores buscan la ventaja de ser los primeros.
Se está configurando un mercado de materias primas ecológicas, como el amoníaco bajo en carbono.
Rápido, flexible y disponible: El GNL de EEUU ayudará a mantener encendidas las luces de Europa
La interrupción de los gasoductos rusos ha dejado un enorme vacío de suministro en los mercados europeos. Rusia sólo exporta 25.000 millones de metros cúbicos (25 bcm) de gas a la UE, frente a los 140 bcm anteriores, por lo que Europa ha tenido que buscar un nuevo proveedor importante para cubrir el déficit. El GNL de EE.UU. ha respondido a la llamada.
Según Kristy Kramer, vicepresidenta de Gas & LNG Research, “dos tercios de los cargamentos de GNL estadounidense llegarán a Europa este año”. “La capacidad de regasificación es actualmente el principal impedimento para que se produzcan aún más exportaciones de GNL estadounidense a Europa”.
La abundancia de reservas de gas de bajo coste, el plazo relativamente corto para introducir nuevo volumen en el mercado y su competitiva estructura comercial siguen haciendo atractivo el GNL estadounidense.
Refino: la nueva capacidad reventará la burbuja de márgenes
En 2022, el refino ha desempeñado un papel central en la crisis energética. Durante el próximo año, más o menos, el sector debería replegarse a su habitual papel entre bastidores.
“La presión sobre el sistema de refino debería remitir en 2023, a medida que los grandes proyectos de nuevas refinerías en Oriente Medio, África y Asia vayan entrando en pleno funcionamiento”, afirma Alan Gelder, vicepresidente de Refino, Química y Mercados Petrolíferos en Woodmac. “La decisión de China de relajar las restricciones a la exportación de productos refinados también ayudará, ya que la política gubernamental cambia para apoyar la actividad económica a corto plazo”.
En los próximos 12 a 18 meses, a medida que entre en funcionamiento la nueva capacidad, Wood Mackenzie espera que los márgenes de refino vuelvan a sus niveles históricos.
Momento bombilla: los inversores adoptan una actitud más realista ante la inversión en combustibles fósiles
La actual crisis energética ha llevado a los inversores a replantearse la financiación de los combustibles fósiles. Lo que ha surgido es un planteamiento más comedido que refleja las limitaciones reales de las instituciones financieras y las empresas a la hora de tomar decisiones de financiación y asignación de capital a largo plazo.
“El cambio de enfoque refleja tanto la complejidad como la necesidad de garantizar una transición energética ordenada”, declaró Kavita Jadhav, directora de Investigación Corporativa. “El año pasado quedó meridianamente claro que la oferta y la demanda de energía deben moverse en sincronía para lograr la estabilidad económica y una volatilidad mínima de los precios”.
Resulta crucial que la desinversión inmediata de las posiciones en combustibles fósiles sólo serviría para trasladar las emisiones de la cartera del sector financiero a otra parte, en lugar de lograr una reducción real significativa de las emisiones.
Con este reajuste, el sector financiero puede impulsar reducciones tangibles de las emisiones y situar al sector de los combustibles fósiles en una senda acorde con París.
Recableado de Europa: reajuste del mercado eléctrico
La electricidad descarbonizada está en el centro de la transición energética europea. Por ello, cuando se reescribió la política energética de la UE tras la invasión rusa de Ucrania, la capacidad de rendimiento del sector quedó en el punto de mira.
Según Peter Osbaldstone, director de Investigación de Europe Power, “el despliegue acelerado de las energías renovables (45% de la energía en 2030, con una necesidad de alrededor del 70% de energía procedente de energías renovables) requerirá niveles sustancialmente más altos de inversión en energía eólica y solar. La ampliación de la industria del hidrógeno y su necesidad de suministros de energía renovable ejercerán una presión aún mayor sobre el sector para que crezca más deprisa”.
A punto de concluir uno de los años más difíciles de los últimos tiempos, los analistas de Wood Mackenzie consideran que estas tendencias son motivos para confiar en la capacidad del sector para suministrar energía sostenible, fiable y asequible a largo plazo.