El Ayuntamiento de Valencia se suma a la ola de consistorios que quieren ser suministrados con energía verde, concretamente con certificaciones de origen renovable. Valencia acaba de sacar a licitación “el suministro de energía eléctrica en baja y alta tensión del Ayuntamiento, Fundación Deportiva y Universidad Popular, considerando la atención y reducción de la pobreza energética en el Municipio de Valencia”.
El contrato será por dos años y el valor estimado del mismo durante este periodo será de unos 63 millones de euros.
Según el pliego de condiciones técnicas, “todas las ofertas deberán incluir un certificado que acredite que la energía suministrada será 100% proveniente de energías renovables. Y durante el desarrollo del contrato será obligatorio presentar un certificado de la CNMC que acredite dicho extremo y que aparezca la disposición de los Kwh objeto de este contrato bajo la denominación de “energía verde” o “energía renovable”. La certificación de la precedencia de fuentes de energía renovables del suministro, será considerada como “obligación contractual esencial” a efectos de su consideración como tal en las causas de resolución”.
Esto quiere decir que no es obligatorio ser una comercializadora 100% renovable, que únicamente vende energía verde, sino que con tener garantías de origen renovable suficientes para cubrir la demanda del Ayuntamiento que dirige el grupo Compromís, será suficiente.
Además, en comparación con el concurso eléctrico del Ayuntamiento de Madrid, que está ahora en licitación, no premia que sea renovable esa energía. No da puntos como sí hace Manuela Carmena, algo con lo que no está de acuerdo Gas Natural Fenosa, que tal y como adelantó eldiario.es, ha pedido que no se lleve a cabo el concurso público por discriminatorio.
En este caso, Valencia no exige tanto y abre el abanico de posibles candidatos a más comercializadoras.
Una de las cosas más llamativas de la licitación es que no exige ningún tipo de garantía económica, aunque sí que la comercializadora haya obtenido contratos públicos parecidos en el pasado, es decir, una solvencia económica y técnica mínima.
Como todos los concursos públicos, el precio más bajo se llevará el gato al agua.
Pobreza energética
Cabe destacar también que la comercializadora que obtenga el contrato se tendrá que sumar a la lucha contra la pobreza energética en Valencia.
“Durante el primer semestre de la vigencia del Acuerdo Marco el Ayuntamiento de Valencia propondrá, de mutuo acuerdo, negociaciones con la empresa adjudicataria con el fin de celebrar convenios sobre materias como la mejora de los hábitos de consumo, la eliminación de cortes de suministro en periodo invernal o la contribución al ahorro energético y a la implantación y desarrollo de medidas de microeficiencia (definidas en el art.8 de la Ley 3/2017), para afrontar la emergencia en el ámbito de la pobreza energética y con la finalidad de paliar y reducir la misma”.
La empresa ganadora tendrá la obligación para sus clientes de Valencia, de cara a llevar a cabo un corte de suministro, de solicitar un informe a los servicios sociales municipales para determinar si se encuentra vigente la declaración como hogar en situación de vulnerabilidad social, o en su defecto se estudie la situación del hogar en riesgo de situación de pobreza energética”