Red Eléctrica de España se creaba como la primera empresa del mundo dedicada en exclusiva al transporte y a la operación del sistema, una tarea para la que contaría en sus inicios con un equipo de 93 profesionales y con 10.500 kilómetros de líneas de alta tensión, recursos con los que debía cumplir con la misión de garantizar la seguridad y continuidad del suministro en todo momento.
Hoy, 35 años después, los españoles hemos llenado nuestras casas de electrodomésticos y nuestras calles comienzan a poblarse de medios de transporte sostenibles; hemos reconvertido nuestro tejido industrial y desarrollado, entre otras muchas infraestructuras, más de 12.000 nuevos km de vías de tren. También vivimos conectados a Internet de manera permanente y, en los últimos meses, hemos dado un acelerón en digitalización para seguir avanzando desde casa con el trabajo en remoto como consecuencia de la crisis sanitaria de la COVID-19. Nada de eso hubiera sido posible sin el sistema eléctrico que tenemos.
Para llegar hasta donde nos encontramos, ha hecho falta un fuerte desarrollo del equipo generador, de la red de transporte y de las de distribución capaces de soportar la cada vez mayor electrificación y el consiguiente aumento de las necesidades de consumo energético del país. En su primer año, Red Eléctrica registró una demanda peninsular de 112.377 GWh, una cifra que representa menos de la mitad de la energía que se transporta al año actualmente por los más de 44.000 kilómetros de circuito de líneas.
Así, Red Eléctrica ha ido acompañando al desarrollo socioeconómico, tanto español como europeo, de los ciudadanos anticipándose a sus necesidades. Además de poner en servicio más de 30.000 nuevos kilómetros de red de transporte, la compañía ha reforzado la conexión del sistema peninsular con sus países vecinos, Francia y Portugal, y ha sorteado la barrera del mar para unir por primera vez dos continentes eléctricamente, Europa y África, mediante la interconexión con Marruecos.
Para posibilitar que la energía llegue desde los generadores hasta los consumidores pasando por las redes correspondientes también es preciso su control y la coordinación en tiempo real de las decenas de agentes que intervienen en el proceso. Esa ha sido la misión del Centro de Control Eléctrico (Cecoel), infraestructura que con tecnología y experiencia ha asumido esa responsabilidad durante estos 35 años transcurridos.
El Cecoel, que en sus inicios hacía frente a la demanda con una generación basada principalmente en la producción eléctrica a partir de combustibles fósiles (a cierre de 1985, el 50,3% del total provenía del carbón y el fuel/gas), ha evolucionado a lo largo de los años para adaptarse también a nuevas formas de producir electricidad y así dio la bienvenida a los primeros generadores eólicos y solares fotovoltaicos a finales de los 80 y principios de los 90, respectivamente.
Fueron inicios tímidos pero hoy nadie duda del importante papel que las renovables ocupan y ocuparán en la estructura de generación: una quinta parte de la electricidad que se produce en España ya tiene su origen en el viento y más del 40% del total es renovable. Mientras tanto, el carbón ha recortado su cuota en el mix hasta convertirse, con un discreto 2,1%, en una de las tecnologías con menor aportación en lo que llevamos de 2020. A este importante incremento de la presencia de tecnologías verdes en nuestro sistema ha contribuido desde su puesta en marcha en 2006 el Centro de Control de Energías Renovables (Cecre), pionero en el mundo.
En estos últimos años, nuestro país ha transformado su mix de generación y Red Eléctrica ha jugado una labor esencial para conseguirlo, garantizando que la integración de las fuentes de energía renovables se hacía de forma segura. Y lo vamos a seguir haciendo. Porque es nuestra misión como operador del sistema y transportista único y, además, porque estamos firmemente convencidos de que es el camino para garantizar un futuro sostenible para las nuevas generaciones.
España se ha sumado con decisión a la lucha contra el cambio climático, articulada a través del proceso de transición energética en el que estamos inmersos y que tiene en Red Eléctrica a una sólida aliada. La compañía está inequívocamente comprometida en facilitar e impulsar esta transformación del modelo energético que hoy también se perfila como motor de recuperación económica tras la crisis provocada por la COVID-19. Estamos dedicando nuestros recursos y conocimiento para hacerla posible. 2019 dejó cifras récord que son reflejo de esta labor: 6.500 nuevos MW de potencia eólica y solar fotovoltaica se pusieron en servicio en 2019, consiguiendo así que más de la mitad del parque de generación de nuestro país ya sea renovable.
Los retos venideros son numerosos pero estos 35 años de historia demuestran que España puede contar con Red Eléctrica. Como operador del sistema y como transportista, y por ello como garante de uno de los pilares sobre los que se desarrolla nuestro día a día y sobre los que se construirá nuestro futuro.
Miguel Duvison es director general de Operación de Red Eléctrica de España.
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