Los sectores residencial, comercial y de energía eléctrica ya representan casi el 5% del consumo total de biodiésel en EEUU, según la EIA.
La tecnología desarrollada busca avanzar en la descarbonización del transporte pesado, la aviación y el transporte marítimo.
El proyecto ‘CO2UP tiene el objetivo es desarrollar y validar un proceso de conversión hidrotermal de CO2 utilizando biomasa lignocelulósica como agente reductor.
Mientras Europa cuenta con más de 1.500 plantas de biometano operativas, en España solo existen nueve.
Este podría ser el primer paso de un avance significativo hacia el uso del etanol como combustible energético en el país.
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