Ningún comentario Neste, uno de los principales productores mundiales de diésel renovable y combustible de aviación sostenible (SAF), ha revisado algunos de sus objetivos climáticos debido a su actual situación financiera y a la racionalización de su cartera de inversiones. "Alcanzar los objetivos climáticos originales en los ambiciosos años previamente anunciados habría requerido inversiones significativas que actualmente no son realistas", afirmó Heikki Malinen, presidente y consejero delegado de Neste.
Neste establece así un objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en sus propias operaciones en un 80% para 2040, reemplazando el objetivo de alcanzar la producción neutral en carbono para el 2035. El calendario relacionado con su objetivo provisional para reducir emisiones del 50% se ha extiendo hasta el año 2035 comparado con su anterior objetivo de conseguirlo en el 2030.
Dos de los objetivos climáticos de Neste permanecen sin cambios: el objetivo de reducir la intensidad de las emisiones en la fase de uso de los productos vendidos en un 50% para 2040, y el objetivo de ayudar a los clientes a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en 20 millones de toneladas anuales para 2030.
Mejoras en los márgenes del bio-diésel en 2025
La acción lleva una revalorización del 55% en lo que llevamos de año, similar al 50% de subida de las acciones de su competidor alemán Verbio, muy por encima de la revalorización media de todo el sector petrolífero europeo. Ha ayudado el hecho de que el margen bruto trimestral de referencia del diésel renovable se ha multiplicado por 2,2 veces entre el tercer trimestre y el primer trimestre del año, principalmente por la subida del precio del diésel y de una situación de déficit de capacidad en Europa.
Aparte de la mejora de márgenes, cierto mérito también es atribuible al nuevo consejero delegado, que fue nombrado en octubre del año pasado. La prioridad del nuevo equipo gestor ha sido optimizar tanto ventas como costes relacionados con todo el capital invertido. En febrero, el consejo delegado anunció un objetivo de mejora del Ebitda de €350 millones anuales antes de finales del 2026, de los cuales €250 millones anuales correspondían a gastos operativos.
Desde el punto de vista regulatorio, las ventas de SAF han sido impulsadas este año por la entrada en vigor de la legislación ReFuel EU, que establece que, a partir de 2025 incluido, al menos el 2 % del combustible suministrado anualmente en los aeropuertos de la Unión Europea deberá ser SAF. Este porcentaje se incrementa hasta el 6% a finales de la década.
Frenar el avance del apalancamiento del balance
Uno de los principales anuncios que tuvo que hacer el nuevo consejero delegado, en su primera presentación estratégica en febrero, fue el retraso en un año en la puesta en marcha de la ampliación de la planta de Rotterdam y un incremento de casi un tercio del presupuesto de la ampliación hasta los €2,5 mil millones.
Entre 2022 y 2024 Neste se gastó €4,9 mil millones en inversiones, incluida la compra de la planta en California. De cara a los años 2025 y 2026 todavía quedan €1,2 mil millones anuales, gran parte de los cuales están comprometidos para completar la expansión de la planta de Rotterdam. En los años 2027 y 2028 Neste podrá finalmente reducir inversiones, básicamente de mantenimiento, a €500 millones por año. Neste tiene un objetivo de mantenerse por debajo de un 40% de apalancamiento desde niveles del 38% a cierre del año pasado.
Hasta entonces, Neste seguirá con la política espartana en gastos, incluido la cancelación de inversiones en reducir emisiones en la refinería de Porvoo en Finlandia. En cuanto a reducción de costes, en los primeros nueve meses, Neste ha conseguido alcanzar un 65% de su objetivo para finales del 2026.
Expectativas de déficit de capacidad global en bio-combustibles a finales de la década
Neste es líder de mercado en combustibles renovables. El operador finlandés tendrá una capacidad total de refino de bio-combustibles de 6,8 millones de toneladas en cuatro localizaciones, incluyendo Finlandia, Singapur, Holanda y California en el año 2027.
A principios del 2025 se esperaba que el mercado de combustibles renovables tuviese un exceso de oferta a nivel global de unos 6 millones de toneladas sobre una demanda total esperada de 18 millones de toneladas en el 2025, principalmente por las grandes expansiones de capacidad que están teniendo lugar en Estados Unidos. A pesar de que el exceso de oferta en este mercado va a seguir palpable en los próximos años, Neste espera que este exceso de capacidad se convierte en déficit global de unos 14 millones de toneladas anuales a finales de la década.
Neste espera crecer ventas en un 10% anual hasta el 2029. Gran parte de este crecimiento viene de incrementar la producción de las cuatro plantas de bio-combustibles, incluida la ampliación de Rotterdam. Desafortunadamente, desde el lado de la demanda, este crecimiento será realista con mucho más apoyo al bio-combustible del que existe hoy en día por parte de los reguladores que tengan esta responsabilidad.
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