Raúl Suárez (CEO de Nedgia): “Con el 30% del potencial nacional de biometano podríamos descarbonizar todas las viviendas de España”

Cataluña refuerza su posición como polo de desarrollo del biometano en España y como banco de pruebas de un modelo exportable al conjunto del país. Ese fue el mensaje central de la jornada «El potencial del gas verde como motor de cambio en Cataluña», organizada en Barcelona por la plataforma Gas Verde Sí, que reunió a administraciones, expertos, sector primario e industria energética.

Los ponentes coincidieron en que el biometano puede aportar descarbonización y soberanía energética aprovechando una infraestructura gasista ya desplegada. Cataluña, con 8 de las 18 plantas de biometano hoy operativas en España y otros 23 proyectos en desarrollo, encabeza el despliegue nacional.

Raúl Suárez, portavoz de Gas Verde Sí y CEO de Nedgia, defendió que este liderazgo responde a la combinación de potencial tecnológico, agrícola e industrial y a una red gasista madura. “Cataluña tiene uno de los mayores potenciales de biometano de España, pero además cuenta con la infraestructura necesaria para llevar esa energía desde los puntos de producción hasta los centros de consumo”, afirmó.

Habla de “oportunidad país” y capacidad transformadora transversal. Suárez puso cifras al impacto del gas verde a escala estatal: “España dispone de un potencial de unos 263 teravatios hora al año de biometano. Con solo el 30% de ese potencial se podrían descarbonizar todas las viviendas del país, y con otros 100 TWh se podría cubrir hasta el 62% del consumo industrial”. A su juicio, el biometano reduce emisiones sin inversiones adicionales en calderas o redes, al ser compatible con los usos actuales del gas.

Crecimiento

En declaraciones exclusivas a El Periódico de la Energía, Suárez hizo un balance positivo del año que cerramos en términos de desarrollo del biometano. “Se ha vuelto a consolidar la tendencia de crecimiento y hemos duplicado el número de contratos de conexión firmados, lo que demuestra que el sector sigue teniendo recorrido, expectativas claras y un crecimiento de carácter exponencial”, señaló. Para 2026, añadió, las previsiones siguen siendo de crecimiento: “Esperamos superar el nivel de contratos firmados este año, siempre que se resuelvan los cuellos de botella regulatorios. Técnicamente la red está preparada; el reto ya no es tecnológico, sino normativo y administrativo”.

No obstante, el directivo advirtió de que persisten barreras estructurales que pueden frenar ese ritmo si no se abordan con urgencia. “Seguimos encontrándonos con dificultades en el ámbito regulatorio, especialmente en lo que tiene que ver con los esquemas de conexión de biometano y el reverse flow, así como con la aplicación de los permisos, un problema que afecta a todo tipo de infraestructuras en España”, explicó.

“La infraestructura gasista cubre casi todo el territorio español y tenemos que sacarle partido. Transportar energía en forma de molécula es hasta seis veces más eficiente que hacerlo en forma de electrón, algo que no es tan conocido”, explicó. A su juicio, esta realidad convierte al biometano en una solución especialmente eficiente desde el punto de vista del sistema energético, ya que “no requiere inversiones adicionales en redes ni en los equipos de los consumidores, porque es perfectamente compatible tanto con el gas natural como con las instalaciones de hogares e industrias”.

Más pedagogía

Suárez subrayó además que una de las principales razones de ser de la plataforma Gas Verde Sí es reforzar la comunicación y la pedagogía social en torno al biometano. “Existe todavía un gran desconocimiento sobre los beneficios que aporta esta tecnología, tanto por la gestión de residuos que permite resolver como por la generación de una energía renovable, competitiva y plenamente compatible con las instalaciones actuales”, afirmó. En este sentido, insistió en que el mensaje al Gobierno debe ser claro y concreto: “Lo más urgente en este momento es desarrollar un esquema eficiente de conexión individual, porque es el cambio que más ayudaría a catalizar el desarrollo del gas verde en España”.

El moderador del debate, Xavier Flotats (UPC), incidió en el doble beneficio ambiental: una buena gestión de residuos evita emisiones de metano y, al sustituir fósiles, reduce gases de efecto invernadero. Recordó además que el biometano comparte propiedades con el gas natural y puede inyectarse en la red.

Laia Sarquella, jefa del programa de bioenergía del ICAEN, reclamó una acción coordinada con el territorio. Defendió “trabajar en común” con la Generalitat y “buscar la complicidad del terreno, de los ayuntamientos” para facilitar el encaje local de las plantas y dar certidumbre a los promotores.

El papel del sector agroganadero lo subrayó Ferran Pascual, ganadero en Lleida e impulsor de una agrupación de más de 350 ganaderos. Pascual reivindicó que el mundo rural puede generar energía renovable y gestionar mejor sus residuos. “Desde el sector ganadero… es momento de actuar… este es el momento de un cambio real”, afirmó.

Por su parte, Vanessa Abad, presidenta del Clúster de Bioenergía de Cataluña, puso el foco en el cuello de botella administrativo. “Los trámites administrativos… actualmente se sitúan entre dos años y medio y tres años, lo que supone un problema para las empresas que quieren invertir y desarrollar plantas de estas características”, señaló, y ofreció la colaboración del clúster para agilizar el permitting. También apuntó la necesidad de avanzar en la valorización del digestato y en la capacitación técnica dentro de las administraciones.

Finalmente, Pere Rodríguez, presidente del Consorcio de Residuos del Vallès Oriental, reclamó más “responsabilidad y pedagogía” en el tratamiento de los residuos: dejar de verlos como un problema y empezar a entenderlos como recursos. A su juicio, además, hay que dotar de coherencia económica a la cadena de valor, “porque en última instancia el proveedor es el ciudadano”.

La jornada concluyó con una visita a la planta de biometano BioVO (Granollers), donde los asistentes conocieron el proceso de producción, depuración e inyección en red. La visita permitió comprobar cómo el gas renovable se integra en la economía circular, conectando la gestión de residuos con el suministro energético y aportando valor añadido al territorio.