La Agencia Internacional de Energía (AIE) está preocupada por el alza dramática en los precios de la energía, según su último informe mensual, con los precios del petróleo, el gas y el carbón actualmente cotizando a máximos de los últimos años. "Nuestra posición es que la energía cara está de vuelta ... Y que representa una amenaza para el crecimiento económico", ha dicho la organización, según adelanta la CNBC.
Los precios del petróleo subieron más de un 25% este año, lo que ha llevado a algunos inversores a especular sobre la posibilidad de un retorno a los tres dígitos antes de fin de año.
Mientras tanto, el presidente Donald Trump ha culpado en repetidas ocasiones a la OPEP por los crecientes costes de los combustibles, ya que, en su opinión, los precios continúan en la dirección equivocada para los consumidores estadounidenses que tienen las elecciones parciales a la vuelta de la esquina.
Como resultado del alza de los precios de la energía, la AIE revisó a la baja su perspectiva de la demanda en los próximos dos años. El grupo ahora espera que el crecimiento de la demanda se ralentice en 110.000 barriles por día hasta situarse en los 1,3 millones de barriles por día (mb/d) en 2018 y 1,4 mb/d en 2019.
El crudo de referencia Brent se negoció en 81,29 dólares el viernes por la mañana, un aumento de alrededor del 1,2%, mientras que el de Texas (WTI) se situó en los 71,73 dólares, un poco más del 1%.
'Nuevos picos' para demanda y oferta
El martes, el Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo sus previsiones económicas globales para 2018 y 2019 en 0,2 puntos porcentuales, hasta el 3,7%. El instituto con sede en Washington DC también expresó su preocupación de que la demanda de petróleo podría caer en los próximos meses.
Además de la AIE y el FMI, la OPEP también recortó su pronóstico de crecimiento de la demanda de petróleo. El cartel dominado por Oriente Medio se unió a un coro de organizaciones que se enfrentan a los vientos en contra de quienes advierten de las consecuencias en la economía mundial el próximo año, destacando las posibles consecuencias de una guerra comercial entre Estados Unidos y China, así como la inestabilidad de los mercados emergentes.
El informe de la AIE se produce en menos de cuatro semanas antes de que Estados Unidos imponga graves sanciones contra Irán, con precios de Brent ahora establecidos por encima de los 80 dólares por barril.
"Es un logro extraordinario para la industria petrolera mundial satisfacer las necesidades de un mercado de 100 millones de barriles por día, pero hoy ... Hemos alcanzado nuevos picos tanto en la demanda y el suministro forzando al sistema al límite", ha añadido la IEA.
El organismo ha advertido que los incrementos recientes de la producción se han producido a expensas de la capacidad de reserva, que ya se ha extendido a solo el 2% de la demanda mundial, y vienen "nuevas reducciones".
"Esta tensión podría estar con nosotros por algún tiempo y probablemente estará acompañada por precios más altos, por mucho que lo lamentemos, además de su posible impacto negativo en la economía global".
Sanciones a Irán
A principios de este año, la OPEP acordó comenzar a aumentar la producción para estabilizar los mercados y compensar las pérdidas en los principales proveedores, Irán y Venezuela, el tercer y sexto mayor productor de la OPEP, respectivamente.
Teherán se enfrenta a la pérdida de la mayoría de sus mercados de exportación de energía, ya que la administración de Trump se prepara para imponer sanciones contra la industria de crudo de Irán a partir del 4 de noviembre. Se espera que la medida tenga un impacto inmediato en el país árabe, aunque según algunas estimaciones, el petróleo podría desaparecer o variar en su producción ampliamente.
Algunos analistas del mercado energético esperan que alrededor de 500.000 barriles por día desaparezcan una vez que las sanciones de Estados Unidos contra Irán entren en vigor, mientras que otros han advertido que hasta 2 mb/d podrían dejar de producirse en las próximas semanas.
Washington también ha incrementado la presión sobre los compradores globales de crudo iraní al exigir que eliminen completamente la república islámica de su cartera. Se piensa que esto es parte de un esfuerzo sostenido para socavar la industria de crudo de Irán, en un intento por forzar al país a negociar un nuevo acuerdo nuclear.
Incluso Estados Unidos también ha dicho que podría considerar exenciones para los países que ya han demostrado esfuerzos para reducir sus importaciones de petróleo iraní. "Tanto la oferta como la demanda mundial de petróleo están ahora cerca en nuevos picos históricamente significativos de 100 millones de barriles por día, y nada muestra signos de dejar de crecer en el futuro", señala la AIE, "el impulso de la demanda sigue siendo muy poderoso, y los productos petroquímicos son un factor importante"
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