¿Se acuerdan de la Directiva de Renovables y lo que decía sobre autoconsumo? Todo el mundo celebraba el texto, pero la letra pequeña dejaba la puerta abierta para frenar a las instalaciones que habían percibido ayudas. Y donde más se habían dado esas ayudas era en Alemania donde más de 100.000 hogares se habían instalado autoconsumo con baterías. Y claro, Alemania consiguió cambiar el texto a su favor.
Estos datos eran posibles a las gratificantes ayudas que daba el Gobierno federal de Angela Merkel. Pero este chollo ya se ha acabado. Para buena parte de ellos. El Gobierno alemán ha presentado el borrador de la nueva Ley de Energía Colectiva. En dicha normativa, Alemania tiene pensado hacer un recorte del 20% en las tarifas de alimentación (feed-in-tariff) de las instalaciones de autoconsumo cuya potencia esté situada entre los 40 y los 750 kW. Es decir, una gran parte de las instalaciones solares germanas.
Esto supone un fuerte varapalo para la industria solar alemana que se las prometía muy felices con el ritmo de instalaciones de los últimos años. Para Carsten Körnig, director gerente de la Asociación Alemana de la Industria Solar (BSW-Solar), los recortes son exagerados e incomprensibles: “Los recortes planeados en la energía solar son un ataque a la recuperación de la energía. Muchas obligaciones contractuales y financiaciones ya no se cumplirán, lo que en algunos casos podría incluso llevar a la quiebra de los instaladores “.
El BSW solicita que la reducción de subsidios se posponga, al menos temporalmente, y se extienda dentro del marco del procedimiento parlamentario para salvaguardar las expectativas legítimas de la industria.
“Ahora es tarea del Bundestag hacer que el proyecto de ley sea una ley de cambio de energía sensata y eliminar los obstáculos a la energía fotovoltaica, como el objetivo de 52 gigavatios o el impuesto de autoconsumo”.
A Alemania no le salen las cuentas con el autoconsumo. Los consumidores germanos pagan la factura más cara de toda Europa. Y a los autoconsumidores se les ha dado demasiadas ventajas que al final repercuten en los demás consumidores.
Estas instalaciones percibían 0,1068 euros kWh y a partir de este mes de enero ya solo recibirán 8,33 céntimos kWh, el 20% menos. Más de la mitad de las plantas solares alemanas se verán afectadas.
Y además, según BSW, se pone en peligro la Energiewende y los objetivos climáticos del país al exponerse Alemania a duras sanciones por extralimitarse en emisiones de CO2.