La consultora VASS acompaña a las empresas del sector energético en su transformación digital. El Periódico de la Energía ha hablado con Ángel López, director global de Energía, Utilities y Environment del Grupo VASS en España. Sobre la digitalización, los nuevos cambios de modelo en las empresas y la penetración de la generación distribuida hemos charlado durante esta entrevista.
¿En qué punto se encuentra el proceso de transformación digital en el sector energético en este momento? ¿Existen especiales dificultades en este mercado que pongan en peligro esta nueva transición energética?
El sector energético tradicional lleva muchos años en continua transformación y ahora se enfrenta a nuevos retos, ante la necesidad de potenciar otros canales para captar nuevos clientes, dado el incremento de la competencia y, en consecuencia, la presión en los precios. Pero existen también empresas de reciente creación que son nativas digitales y que buscan ese nicho de nuevos modelos de negocio, adaptados ya a la era digital; nuevos players cuya ventaja competitiva radica en la tecnología y en la digitalización de sus procesos.
En cuanto a las dificultades que encuentra este mercado para afrontar esta transformación digital, existen cuatro factores que están teniendo un impacto importante en el sector.
La liberalización del mercado ha dado lugar al nacimiento de nuevas empresas que suponen una fuerte competencia ya que penetran en el mercado con los mismos productos y nuevos recursos y además son muy maduras en digitalización; eso las convierte en empresas con unos costes estructurales muy inferiores a las tradicionales y por lo tanto, con una ventaja, a priori, importante. Por otro lado, el fin de la ‘puerta fría’ -regulado por el Real Decreto-Ley de octubre de 2018- que prohíbe a las empresas de gas y electricidad ir de puerta en puerta buscando nuevos clientes, para preservar la protección de datos personales, ha hecho que esa vía de captación “tradicional” se haya cerrado; también supone un hándicap la penetración en el mercado energético de compañías que tradicionalmente han estado ligadas al sector petrolífero; y, finalmente, los cambios regulatorios y el autoconsumo.
Tanto el tipo de compañía como estos cuatro factores mencionados hacen que la velocidad de maduración de las empresas sea distinta en cada caso. Hay compañías que están poniendo más foco en la captación de clientes, otros en la eficiencia de la operación y otras en modelos de gobierno más ágiles. La clave de la transformación digital, desde mi punto de vista, está en utilizar la tecnología para la búsqueda y puesta en marcha de nuevos modelos de negocio.
Estamos ante una gran oportunidad para definir nuevos modelos de negocio al no tener que depender tanto de la variación del coste de la materia prima
¿Cuáles son los retos del sector?
Los retos del sector energético se fundamentan en la mejora de los ingresos, la producción de energías renovables, junto con la generación distribuida y, por último, los modelos organizativos de estas empresas.
Al existir mayor competencia hay también mayor presión en el precio y, de ahí, la necesidad de buscar nuevos modelos de negocio, así como de poner foco en la eficiencia operativa. De hecho, se han roto las barreras entre las empresas que tradicionalmente se situaban como petroleras, gasísticas o eléctricas, tendiendo a la unificación del servicio.
En cuanto a la producción de energías renovables y a la generación distribuida, hay que seguir apoyándose en la tecnología para la búsqueda de nuevas oportunidades, así como automatizar procesos. En cuanto a la organización de las empresas, partiendo de la base de que el mercado cambia rápidamente, las empresas energéticas tienen que ser muy rápidas a la hora de reaccionar. Por ello, el gran reto al que se enfrentan deriva en cambiar su cultura organizativa hacia modelos más ágiles y flexibles.
Háblanos brevemente de los nuevos modelos de negocio asociados a la sostenibilidad…
Englobaríamos a todos los que tienen que ver con energías renovables, medios de transporte compartidos, electrificación del transporte, venta de productos sostenibles (bombillas de bajo consumo, motos, bicicletas y patinetes eléctricos), electrodomésticos eficientes, redes de energía distribuida… Como decía, es muy importante para el sector energético encontrar nuevas estrategias comerciales, cada vez más asociadas a la sostenibilidad y a las energías renovables.
¿Qué papel juega precisamente la sostenibilidad en las empresas? ¿Por qué ahora es un elemento clave, de cara a las acciones de RSC de las compañías?
Las empresas juegan un papel fundamental en la sociedad y, de hecho, aportan un valor importante a la misma. Las compañías quieren devolver a la sociedad lo que ésta les da a ellas y, en este cometido, son fundamentales los proyectos de RSC. De hecho, numerosos estudios demuestran que la inversión en estos programas se traduce, a medio-largo plazo, en un valor para los accionistas. En lo que se refiere a las empresas eléctricas, en concreto, su compromiso pasa por suministrar sus servicios de forma sostenible y con el menor impacto posible en el medio ambiente.
Al existir mayor competencia hay también mayor presión en el precio y, de ahí, la necesidad de buscar nuevos modelos de negocio
También se habla ahora mucho y es tendencia la generación distribuida, ¿cuál es su opinión al respecto?
La generación distribuida supone muchas ventajas para el consumidor final, ya que puede disponer de una mayor capacidad de generación de energía que, además, de ser renovable, puede reducir sus costes almacenándola y haciendo uso de ella cuando la necesite. Al mismo tiempo, es también una oportunidad para los nuevos modelos de negocio de las utilities, porque el consumidor puede ejercer ahora un doble rol, el de consumidor y el de proveedor, convirtiéndose así en “prosumidor”. De manera que hay una gran oportunidad, tanto para el cliente final, que va a poder reducir sus costes y disponer de una mayor fuente de energía renovable, como para las utilities, que pueden tener una nueva forma de interactuar con los que hasta ahora solo eran sus clientes y, ahora, también pueden llegar a ser sus proveedores.
El autoconsumo, ¿oportunidad o problema?
Aunque a corto plazo el autoconsumo supone una menor demanda de energía y eso afecta a la cuenta de resultado de las compañías, realmente creo que estamos ante una gran oportunidad para definir nuevos modelos de negocio al no tener que depender tanto de la variación del coste de la materia prima para la generación de una energía que, además, no es renovable. Por otro lado, la nueva legislación favorece el autoconsumo al permitir compatibilizar en una vivienda la red interna con una red externa, lo que también supone una ventaja para el cliente. Y, por último, también marcará un antes y un después en el autoconsumo cuando podamos producir baterías más sostenibles y económicas, que además mejoren la capacidad de almacenamiento de la energía.
Por último, ¿cuál es la propuesta de valor de VASS en el mercado energético?
Nuestro portfolio de soluciones y servicios incluye, desde la consultoría en la definición estratégica de precios, la conceptualización de nuevos modelos de negocio digitales, hasta, y aquí somos un valor diferencial, procurar un conocimiento real de sus clientes. En este último punto estamos trabajando en la transformación del concepto de cliente como punto de suministro hacia el concepto de cliente único, especial, al que hay que cuidar y ofrecerle productos a medida, no sólo cuando llama para decir que cambia su contrato con otro proveedor porque le han hecho una oferta más económica, sino cuidándolo y anteponiéndose a sus necesidades. Desde VASS ayudamos a las empresas a identificar dónde están impactando al cliente y por qué vías, cuál es la mejor forma de comunicarse con él o por qué canal el cliente es más receptivo. Es importante que el cliente perciba que existe un conocimiento y un interés por él y, en este sentido, les ayudamos a unificar toda esa estrategia de marketing para evitar saturarlo e invadirlo, aspecto que además supone un ahorro para la propia compañía, económico y de percepción de la misma. Por otra parte, también ponemos el foco en dos importantes tipos de tecnologías, las soluciones de RPA para la optimización de procesos y las soluciones low-code, que nos permiten generar y automatizar procesos de negocio de forma ágil y flexible, sin olvidar el modelo de gobierno, definiendo nuevas organizaciones más ágiles y ayudando a las compañías a través de la innovación y las nuevas oportunidades digitales que pueden transformar las oportunidades en negocio.
1 comentario
Lo pueden llamar “oportunidad”, si quieren. Pero, para las eléctricas, era mucho más cómodo monopolizar la producción.