Argelia confía en sus "grandes activos y una ventaja competitiva" para liderar la producción de hidrógeno en la región como alternativa energética, declaró este sábado el ministro argelino de Energía y Minas, Mohamed Arkab.
“Todas nuestras capacidades deben permitir que nuestro país se integre rápidamente en la dinámica regional de desarrollo del hidrógeno”, afirmó el titular argelino de Energía y adelantó que su Ministerio ha recibido instrucciones para desarrollar una estrategia nacional.
El proyecto incluirá la creación de una comisión interministerial formada por sectores de energía, transición energética, educación superior e investigación científica, empresas emergentes y finanzas, además de la Comisión de Energías Renovables y Eficiencia Energética (Cerefe).
"Argelia tiene un gran potencial que le permite desempeñar un papel de liderazgo regional en este campo, gracias a un inmenso potencial de energía solar, redes extensas e integradas de transporte de electricidad y gas, considerables reservas hídricas y significativas capacidades en materia de investigación y desarrollo", indicó Arkab sobre la prospección de este recurso en el país.
El hidrógeno azul -a partir de combustible fósil- es "importante" a corto y medio plazo para desarrollar hidrógeno verde, producido a partir de energías renovables, con "alta eficiencia económica y viabilidad", consideró.
Acuerdo con Italia
El acuerdo estratégico, firmado el pasado mes entre Italia y Argelia, asentó las bases para la cooperación en energías renovable e hidrógeno verde en la que avanzarán en la Cumbre Intergubernamental del próximo 18 de julio en la capital argelina.
A su vez, Arkab reconoció la falta de "un marco legislativo y reglamentario adecuado", "la definición de sectores prioritarios" o la "cualificación del capital humano" para avanzar en este desafío.
El país magrebí confía en su posición estratégica y los puertos e infraestructuras de transporte de gas, de os que ya dispone, para atender la demanda local, regional y mundial de hidrógeno.
El hidrógeno verde supone un recurso ilimitado, descarbonizado y transportable, que puede ser transformado en electricidad o en carburante, y representa una alternativa viable a las energías fósiles.
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