El consejero delegado de Endesa, José Bogas, está a partir un piñón con la política energética del Gobierno. Con motivo de la inauguración del Hub de startups e innovación de Endesa y Enel en Madrid, ha reconocido a El Periódico de la Energía que "nosotros estaremos a lo que el Gobierno diga" y si "en la Ley de Transición y Cambio Climático considera que una determinada instalación que no debe cerrarse o que debe permanecer en el mix, consideramos que está en su derecho y que además, es su deber".
Durante la presentación del Hub ha dicho que "el mundo está cambiando y, por tanto nuestro modelo tradicional empresarial también cambiará a lo largo de los próximos diez años por dos elementos fundamentales, por la descarbonización de la economía y la digitalización", aunque ha señalado que "esta descarbonización de la economía tiene varios hitos, es una transición, lo que no se puede hacer es cambiar todo el sistema de la noche a la mañana". Por eso considera que "tenemos que ir reduciendo emisiones no cometiendo errores, sustituyendo todo lo que podamos, es decir, ir cerrando las energías fósiles por renovables pero no con otras fósiles, y esa transición supone que seguro que en el año 2050 no va a haber ninguna tecnología que consuma energía fósil".
Para Bogas, esta transición se deberá hacer "de forma inteligente", y por tanto, será "el Gobierno quien deberá tomar unas decisiones en política energética, por eso, nosotros estaremos a lo que el gobierno diga en cada momento, como política energética nacional".
Aún así, señaló que "otro asunto es que si dentro de la política energética nacional pueden existir algunas tecnologías que proporcionen algún tipo de beneficios al sistema en su conjunto y no sean económicamente factibles, entonces lo que hay que discutir es cómo se puede conseguir este objetivo".
Por eso, Endesa esperará a conocer la letra final del real decreto por el que se regulará el cierre de centrales eléctricas en España antes de adoptar una decisión sobre la petición de autorización para proceder a la clausura de sus centrales de carbón de Compostilla (León) y Teruel (Andorra). De hecho aún no se ha procedido "todavía" a pedir la autorización de cierre para estas dos plantas, ya que quieren "esperar a ver cómo termina el decreto" y la Ley transición energética.
"El anuncio por parte de Endesa no fue que las íbamos a cerrar, sino que no había tomado la decisión de realizar las inversiones medioambientales", explica Bogas, "esto significa que si no lo hacemos, al final de su vida, habrá que cerrarlas, pero sería una decisión basada exclusivamente en razones de mercado y de regulación, aunque a día de hoy todavía existen".
Por último, entre la nuclear y el carbón, Bogas lo tiene claro: "Soy de los que creo que no hay alternativa a la nuclear hoy día, otra cuestión es que hubiera una alternativa que la pudiera reemplazar y diera la capacidad firme que esta energía está dando", sin embargo, "pudiera haber alguna central de carbón que pudiera cambiarse, es una tecnología mucho más modular, aunque no hay que olvidar que vamos hacia un modelo de electrificación de la economía, que afecta a los sectores difusos, industria, transporte, etc., lo que supone un mayor consumo de energía".
"El parque nuclear español, de 7.000 MW, es imposible cerrarlo a los 40 años, pero cerrar una central térmica de 350 MW sí se cerrar en un determinado momento, aunque hay que contar con la política energética", ha concluido.
Descarbonización y Digitalización
Durante la presentación del Enel Madrid Innovation Hub, el sexto espacio colaborativo para empresas emergentes del Grupo Enel, José Bogas ha explicado que "la descarbonización no es solo en el sector eléctrico, cerrar centrales térmicas o de combustibles fósiles, es cambiar los modelos eficientes por otros alternativos, me refiero por ejemplo al vehículo eléctrico, cuyo objetivo es emitir menos gases de efecto invernadero, pero que va a provocar un aumento de la demanda eléctrica".
Para el consejero delegado de la energética, "este cambio será disruptivo para el sector eléctrico, no solo para la generación sino también para la distribución, que deberá pasar a un entorno más descentralizado y renovable"
Respecto a la digitalización, Bogas ha reconocido que "ese avanza a una rapidez exponencial, a un ritmo más alto que otras revoluciones tecnológicas de la historia", y con la incorporación de las redes sociales, el Internet de las Cosas, el blockchain o la realidad virtual, "el servicio que hay que dar a nuestros clientes debe ser a nivel de excelencia". Un mundo inteligente e interconectado que "podría generar un reto u oportunidad para tener una empresa sostenible y con futuro, y para conseguirlo necesitamos de la innovación, de la capacidad de adaptación y la flexibilidad a los cambios".
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